La seguridad que genera tener una casa propia es indescriptible. Para muchas familias ecuatorianas la mejor inversión para el futuro de sus hijos es la compra de una casa. El hecho de saber que no se está pagando arriendo es de por sí un alivio. 

“Tener un techo propio es un legado para los hijos cuando los padres ya no estén, darles un bien para que puedan empezar sus sueños y anhelos, en general es sinónimo de seguridad unión familiar y parte de las necesidades básicas del ser humano”, explica Andrés Fuentes, gerente comercial del grupo inmobiliario Prozonas.

Agrega el experto, que analizado desde el punto de vista financiero generalmente el valor de esa propiedad se incrementa por el desarrollo del sector, aumento de precios año a año, es decir la plusvalía del bien.

Factores

Muchas veces tener una casa es algo inalcanzable para los trabajadores, sobre todo, por sus bajos sueldos y por ende, falta de ahorro. ¿Qué están haciendo las inmobiliarias para que esas familias puedan alcanzar su sueño de tener vivienda propia?

Dos factores fundamentales y de gran ayuda para poder cumplir el sueño de tener casa propia son la dolarización y los créditos hipotecarios, con el primero podemos confiar que nuestros ingresos no se devalúen como sucedían antes de la dolarización o como sucede actualmente en países de la región y sumado a créditos hipotecarios con tasas preferenciales del 5% en casos de viviendas VIP y VIS con plazos de hasta 25 años hacen que podamos en muchos casos poder tomar la decisión de comprar una casa.

“Las inmobiliarias cuentan con planes muy blandos para pagar las entradas y que el cliente no necesite tener grandes montos ahorrados para entrada de una casa como pasaba hace muchos años”, explica Fuentes, quien tiene su proyecto habitacional Villa Ensueño.

No más obstáculos

Para evitar los obstáculos que impiden tener casa propia, actualmente muchas inmobiliarias cuentan con hasta con 36 meses plazo para pagar la entrada que usualmente están entre el 10 % y 20 % que dependiendo del valor del bien se pueden tener cuotas mensuales de menos de 300 dólares para pagar la entrada, luego se accede al crédito hipotecario de largo plazo. “Quizás uno de los obstáculos más importantes es la inestabilidad que las personas pueden sentir a nivel político, laboral y social, cuando las personas no se sientes estables les cuesta tomar la decisión por la inseguridad que sienten”, asegura el asesor inmobiliario.

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