De manera abrupta, las noches de pasión que una pareja de ‘tórtolos’ en Quito solía disfrutar llegaron a su fin. La mujer, perpleja, no entendía qué había salido mal, solo recordaba que las últimas sesiones de ‘cuerpeo’ con su esposo ocurrieron justo antes de que ella fuera ascendida en su trabajo.

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¿Podría su éxito laboral estar relacionado con el fin de la pasión? Esa pregunta la atormentaba. Finalmente, decidió acudir a la coach en sexualidad Lourdes Calderón, quien recibió a la pareja en su consultorio, ubicado en Conocoto.

La terapeuta decidió abordar el tratamiento en sesiones individuales. La experiencia le había enseñado que frente a sus parejas, las personas tienden a ocultar sus verdaderas vulnerabilidades. Fue en estas sesiones donde descubrió la raíz del problema.

“Él, al ganar menos, comenzó a tener inseguridad, se empezó a sentir presionado y quería compensar el éxito de su pareja con sexo. Pensaba que debía subir su rendimiento sexual, algo que de por sí ya consideran los hombres, pero llegó al punto de evitar el contacto sexual. Es lo que él sentía y así respondió ante esa situación”, narra.

Así, le ‘recetó’ no tratar de satisfacerla más sexualmente, sino que más bien se convierta él en parte del éxito de su pareja, pues debía trabajar en que la admiración por ella no lo lleve a sentirse menos. “Ella también debía trabajar en levantarle el ánimo a él”, comenta.

“Esto se trata de un constructo social: el hombre es quien suele ganar más, y cuando no es así, su seguridad se ve afectada considerablemente”, explica Calderón, sobre la aún vigente relevancia de los roles de pareja.

Además, da a conocer que las crisis económicas son uno de los factores más comunes en los conflictos de pareja y que, actualmente, están en aumento. De hecho, aproximadamente el 40% de sus consultas de pareja están relacionadas con este tipo de problemas.

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Explica que el estrés, ya sea financiero o de cualquier tipo, en 2023 fue el mayor provocador de disfunciones eréctiles. “El estrés no deja que los neurotransmisores del deseo sexual funcionen bien (...) Pensar en deudas baja totalmente la intimidad, pues una pareja que está afrontando esto no va a pensar mucho en tener sexo”, sostiene.

Paradójicamente, una velada apasionada con la pareja podría ser la solución obvia para aliviar ese estrés financiero, pero la falta de deseo crea una barrera, perpetuando ese ciclo frustrante que, sin intervención profesional, es difícil de romper.

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