Los cortes de energía no han disminuido a nivel nacional y los ciudadanos han empezado a adaptarse a la nueva rutina: estudiar, trabajar y hasta cocinar a oscuras. Sin embargo, esta situación puede causar graves consecuencias en la salud visual.

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El médico Alejandro Lalama, jefe de Optometría de Óptica Los Andes, asegura que aunque los ojos son capaces de ajustarse a las ‘tinieblas’ por naturaleza, la recurrencia de estas condiciones puede generar fatiga ocular, dolores de cabeza y visión borrosa.

“Estas molestias pueden ser aún mayores en personas con defectos visuales sin corregir, como la miopía o el astigmatismo”, advierte el especialista.

Él explica que no contar con una iluminación adecuada puede provocar fatiga ocular, dolores de cabeza y dificultad para enfocar. En cuanto a la fatiga, explica que los músculos del ojo trabajan más para dilatar la pupila y enfocar. Además, si los músculos trabajan más, los dolores de cabeza pueden presentarse y agravarse hasta concluir en migrañas.

El cirujano Robin Ríos, especialista en córnea y cirugía refractiva, por su parte aclara que la oscuridad causa síntomas, pero no una enfermedad como tal. “Si una persona que ya usa medidas correctivas (lentes) no se los pone al realizar sus tareas, ocasionará que su condición aumente”, recalca.

Ríos recomienda usar la mayor cantidad de iluminación posible, mantener las pantallas a una distancia de entre 30 y 40 centímetros y usar colirio lubricante.

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