Estamos diciembre y con este mes llegan muchos regalos para las personas que trabajan en relación de dependencia; es decir, que ‘camellan’ para una empresa. Por ejemplo, a los empleados se les da una canasta navideña o una tarjetita con un monto para consumir, y lo que la mayoría espera con ansias: el bono navideño o décimo tercer sueldo.

Según el Ministerio de Trabajo, el décimo tercer sueldo es un beneficio que recibe todo trabajador en relación de dependencia, correspondiente a la doceava parte de las remuneraciones que hubiere percibido entre el 1 de diciembre y el 30 de noviembre del siguiente año. En palabras más sencillas: en este mes la gente 'camelladora' recibe un buen ‘billete’, si es que dejó acumular este bono. Se puede pagar hasta el 24 de diciembre.

¿AHORRAR O GASTAR EL DÉCIMO?

El economista Clarence Altamirano precisa que la acción de ahorrar no es una buena práctica cuando se la considera solo para la finalización del año, por lo que la forma más adecuada, dice, sería hacerla recurrentemente y con un fin determinado.

“Las formas de ahorro actuales van desde lo más convencional, como separarla del flujo de ingresos normales que ya tienen destino en cada mes de forma manual o con la ayuda de alguna institución financiera que ofrece el servicio de ahorros con metas, bloqueos automáticos de fondos o pólizas de muy corto plazo”, explica el también maestrante en administración de empresas de la UCSG.

No obstante, la decimotercera remuneración, para el beneficiario -aparte de ser un beneficio de ley-, es un ingreso extra al ingreso mensual que lo ayuda a salir de ‘aprietos’, pero Altamirano considera que no debe ser utilizado para estos fines, más bien “debe ser invertido”.

CUANDO HAY MUCHOS GASTOS

Por otra parte, la ingeniera comercial, Michelle Orellana Feijoó, sostiene que una de las mejores formas de ahorrar, no solo el bono navideño sino siempre, es realizando un presupuesto de gastos e ingresos y determinar cuánto ahorrarás al mes, si es el caso.

“Si no tienes una meta fija, es muy difícil que puedas ahorrar. Sin embargo, no es suficiente. Hace falta organización y orden. En primer lugar, debes tomar control en tus finanzas personales realizando tus cuentas, sobre todos los ingresos. También debes hacer lo mismo en tus necesidades básicas y los gastos que ejecutarás mes a mes”, indica Orellana.

Pero así ahorremos toda la vida, todos tenemos que solventar gastos mensuales, pero según Altamirano, este bono podría servir como un monto a guardarse temporalmente y ser utilizado para un gasto de mayor valor y que esté planificado y otorgue esa tranquilidad por contar con la liquidez necesaria en el momento requerido.

“Por otro lado, de no ser este el caso, puede destinarse a un ahorro de mayor tiempo que gane intereses o se pueda invertir junto con otro capital previamente reunido o próximamente a reunir en alguna actividad comercial o proyecto futuro”, recomienda Altamirano. 

Sin embargo, el décimo tercer sueldo suele ser utilizado como un ingreso de soporte emergente para los deseos y compromisos inherentes a la fecha comercial, es este caso Navidad y Año Nuevo.

El entendido precisa que ante esta conducta la gente debe tener mucha disciplina para controlar los gastos en esta fecha, ya que el bono puede ‘sacarlo’ de situaciones muy incómodas, hablando económicamente.

“Las personas deben tener el temple de reunir poco a poco un capital que permita hacer más cosas, no esperar ese dinero para realizarlas”, apunta.

Pero si sientes que no lo puedes hacer, Orellana te dice que pidas a tu banco –en el caso de tenerlo- que se realice un depósito a tu cuenta de ahorros cada mes, donde podrías utilizar el inicio de la quincena o del mes para este propósito.