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La historia del vendedor de jugos asesinado fuera de la Penitenciaría del Litoral
El ataque aparentemente estaba dirigido contra una mujer detenida en Milagro con droga
Jairo Alejandro Merchán Delgado, de 34 años, llevaba dos horas y cuarenta y cinco minutos en los exteriores del Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil vendiendo jugos de coco, cuando fue alcanzado por los proyectiles disparados por sujetos a bordo de una camioneta blanca. El ataque le causó la muerte de forma inmediata.
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Merchán, oriundo de Manabí, trabajaba todos los días, tanto en la mañana como en la tarde, como comerciante en el complejo carcelario conocido como la Penitenciaría del Litoral, donde ocurrió el atentado.
Según versiones preliminares, el ataque estaba presuntamente dirigido a una mujer detenida por tráfico de drogas en el cantón Milagro, Guayas.
“Era un joven trabajador. No tenía problemas con nadie, solo cumplía con su labor para ganarse la vida desde hace más de 10 años. Al parecer, el ataque estaba dirigido a la mujer o a los policías que la custodiaban”, señaló el padre del fallecido.
En el atentado, perpetrado con armas de grueso calibre, también resultó herido el policía Alexis Pomatoca, quien se encontraba dentro del vehículo de la Policía Antinarcóticos que trasladaba a la detenida, Terri Graciela Alvarado.
El ataque se produjo en el momento en que Alvarado era bajada de un vehículo para ser ingresada a la cárcel de mujeres, parte del complejo penitenciario de Guayaquil.
Alvarado fue detenida el martes 10 de diciembre en el sector Virgen de Fátima, en el kilómetro 26 de la vía a Milagro, en posesión de tres fundas de heroína. Tras la audiencia desarrollada en la Fiscalía de Naranjito, fue llevada al centro de reclusión para mujeres. (AEB)
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