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Erwin Tumiri, uno de los sobrevivientes, se salvó porque siguió “los protocolos”
El accidente deja un saldo de 71 muertos y seis sobrevivientes, según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres de Colombia.
El Chapecoense tenía previsto emprender su viaje hasta Colombia la noche del 28 de noviembre en un vuelo directo, sin escalas. Sin embargo, las autoridades de aviación brasileñas no lo autorizaron y por eso fue a bordo del RJ85 que despegó desde Sao Paulo, hizo una parada en Santa Cruz (Bolivia) y se precipitó cerca de La Ceja (Antioquia), oriente colombiano, sin llegar al aeropuerto José María Córdova de Rionegro, de Medellín.
Hasta la tarde de este 29 de noviembre, el accidente deja un saldo de 71 muertos y seis sobrevivientes, según la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres de Colombia. El RJ85 que se estrelló se fabricó hace 15 años. Este tipo de aeronave se descontinuó en 2003 por su alto costo de mantenimiento. Además, tiene un problema de sobrecalentamiento en su componente electrónico, razón por la cual sus motores -eventualmente- se apagan y derivan la confusión de que se queda sin combustible.
El ministro de transporte colombiano, Jorge Eduardo Rojas, confirmó el hallazgo de dos cajas negras en la zona. Los artefactos servirán para esclarecer lo sucedido momentos antes del accidente. Mientras tanto, se sabe que el piloto Miguel Quiroga -también propietario de la aerolínea- declaró una emergencia cuando volaba entre los municipios de La Ceja y La Unión, según funcionarios de la aeronáutica colombiana.
CNN publicó que las imágenes de satélite muestran que hubo lluvias y tormentas en la región durante las últimas 12 horas, aunque no hubo fuertes tormentas cerca o en la zona. Las fotografías también dan cuenta del fuselaje dañado y destrozado del ‘minijumbo’.
Diario El País, de España, cita a Guillermo León, director de la Clínica San Juan de Dios de La Ceja, para quien “afortunadamente no hubo una explosión porque el saldo de muertos habría sido total”. Erwin Tumiri, el técnico de la aeronave que se accidentó, es uno de los sobrevivientes. El Heraldo recoge su testimonio en donde asegura que sobrevivió “porque seguí los protocolos de seguridad. Ante la situación, muchos se levantaron de sus asientos y comenzaron a gritar. Puse las maletas entre mis piernas para formar la posición fetal que se recomienda en los accidentes”.
No hubo una explosión porque, de acuerdo a la información que difunden medios internacionales, el Capitán Quiroga atinó a vaciar el combustible antes que el avión se estrelle. Así evitó que la situación empeore.