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El sector automotriz 'tiembla' ante los cortes de energía
Los conductores de vehículos eléctricos se dividen: unos han podido cargar sus ‘naves’ sin problemas y otros han tenido que pasar ‘penumbras’
John Zapata y Jimmy Plaza tienen en cuenta las horas del racionamiento eléctrico, por las actividades que realizan en sus hogares y por el tiempo en el que deben poner a llenar el ‘tanque’ de sus vehículos: ambos son eléctricos.
John, en su caso, tiene un Kia Soul y en la mañana del viernes 19 tuvo que hacer una parada técnica que él no tenía contemplada en la electrolinera (sitio de carga rápida), ubicada en la autopista Narcisa de Jesús, al norte de Guayaquil, para completar lo que fue imposible en la noche.
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“La luz se fue en mi sector desde las 00:00 hasta las 04:00. Usualmente esto se llena en unas seis horas, pero al estar solo de 22:00 a 24:00 conectado, no llegó ni al 50%”, dice el usuario.
El conductor, que trabaja para una aplicación de transporte desde las 05:00 hasta las 12:00, dice que esto le genera pérdidas en sus ingresos. “Aquí estoy y no son ni las 10:00, incluso aquí tampoco podré cargarlo en su totalidad pues, aunque sea carga rápida (de 0 a 100 en 30 minutos) no tendré el tiempo necesario, ya que a las 10:00 se va la luz en este sector y solo faltan 15 minutos”, enfatiza.
Otros posibles daños
Jimmy, cuyo auto es un BYD de modelo E5, además de estar ‘cabezón’ por la carga, también se preocupa por el cable con el que conecta su vehículo a la electricidad.
“Ese cable me cuesta 300 dólares y por estos cambios de voltaje se me puede dañar de un momento a otro. Resulta que la luz se me fue a las 02:00 y recién a las 11:00 se reconectó el servicio. Si normalmente yo lo conecto en mi vivienda entre seis y siete horas, ¿cómo puedo llenar mi carga en solo dos? Un día menos son 45 dólares menos al bolsillo”, cuestiona.
En su sector, en la ciudadela Las Tejas, al sur de la urbe porteña, la energía eléctrica tardó en regresar y, por ende, hasta le tocó en incurrir en gastos que no tenía pensados: tuvo que desayunar fuera de casa con menos ingresos de lo normal.
“Ahorita mínimo tendré seis horas menos para rodar porque debo ir a buscar una electrolinera”, lamenta. Él admite estar contento con su elección de vehículo; sin embargo, no esperó todas las complicaciones que los cortes de energía le podrían generar.
Ellos ven el lado bueno
Por otro lado, Jaime Rojas, quien conduce un taxi BYD, dice ser paciente y no complicarse. Él acude todas las mañanas desde Mapasingue Oeste hasta la electrolinera para poder rodar lo necesario, ya que “todo es cuestión de organizarse con el horario”.
Hay otros ‘bendecidos y afortunados’, como Víctor Chiriboga, el conocido abuelito taxista de Guayaquil, quien dice que parece ser perseguido por la energía. “En serio, cada vez que llego a un lugar me dicen ‘abuelito, tú si eres suertudo porque acaba de regresar la energía’”.
A Víctor le preocupa que los apagones se mantengan y el problema de conexión se agrave porque debe generar ingresos y comprar todos sus insumos médicos para su tratamiento de cáncer de pulmón.
Álex Ibarra, docente universitario de Economía, tiene un punto en común con Víctor: la duración del problema energético parece extenderse cada vez más. “Esto no parece que vaya a ser solucionado en un corto tiempo, sino que tomará mínimo unos dos meses”, opina.
Por su parte, desde lo profesional, cree que podría generar un desestímulo en la venta de este tipo de vehículos. “La demanda, si bien no ha sido tan importante porque en el país no se tiene la cultura de estos automóviles, pero esto sí podría representar una disminución en su demanda”, infiere.
Esperan un bajón
Por el lado corporativo, a pesar de que aún no registran pérdidas, los horarios extendidos que superan las 7 horas de corte generan incertidumbre. “Los usuarios se pensarán más de dos veces al momento de comprar un carro (eléctrico)”, dice Esteban Acosta, gerente general de Suzuki en Ecuador.
Él explica que por el tiempo que pasan sin luz las viviendas ecuatorianas, admite que quienes usan estos vehículos tendrán dificultades para recargarlos.
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