Indignados se encuentran los ciudadanos peninsulares y turistas, debido al descontrol protagonizado por una muchedumbre que la noche del 19 de febrero, domingo de carnaval, causó enormes alborotos en el malecón del balneario de Salinas.

Los relajosos lanzaron espumas, arena, agua y todo lo que estaba a su alcance hacia las personas y vehículos que, pasada la medianoche, transitaron por el sector.

Varios videos captaron el escándalo y fueron viralizados en redes sociales. Pero lo ocurrido no es nuevo en Salinas. En anteriores celebraciones de carnaval ha sucedido lo mismo, pero nadie ha podido realizar un control efectivo y esta vez nuevamente se dieron los hechos vandálicos.

“Se realizó una mesa de trabajo con la Policía, Comisión de Tránsito del Ecuador (CTE) y el Municipio, para evitar estos hechos, allí supuestamente quedó coordinado el operativo”, afirmó Luis Tenempaguay, directivo de la Cámara Provincial de Turismo.

Por su parte, el gobernador de la provincia de Santa Elena, Fulton Anchundia, informó que sí se dieron los controles, pero la avalancha de individuos aprovechó el momento en que los uniformados acudieron a otra emergencia y en ese momento hicieron de las suyas. Anchundia dijo que por lo sucedido, se dispuso que  el 20 y 21 de febrero, el malecón del balneario sea resguardado por un centenar de uniformados.

Eduardo Hesney, vocero del Municipio de Salinas, dijo que faltó control por parte de la Comisión de Tránsito, que no debió permitir que en este sector se estacionen los carros tuning (autos tuneados).

Las autoridades de la CTE no se pronunciaron por el hecho, mientras que en la Policía se analizan los videos grabados para identificar a quienes lideraron el escándalo.

“Las autoridades vienen fallando desde hace un buen tiempo en el control a los carnavaleros, es inaudito que tanta planificación no tenga un buen resultado”, expresó Marco Nieto, directivo del gremio empresarial de la Península.

“Hacen quedar mal al balneario más importante del país”, señaló la guayaquileña Carolina Mejía.

San Pedro abrió la llave

Y sí que quedó mal Salinas, no solo por el relajo, sino también por la lluvia que cayó por 10 horas seguidas y que afectó además a toda la provincia.

“Mi casa se inundó. Mis pertenencias están bajo el agua. Esto es terrible. No es posible que en un balneario como Salinas, que se supone debe ser una ciudad moderna, ocurra esto. Me regreso a Guayaquil”, comentó indignada la ciudadana Blanca Limongi, habitante de la avenida tercera en Salinas.

La basura acumulada en las calles y la arena causó el colapso de las alcantarillas.

Mientras que en Montañita, la intensa lluvia hizo que la fiesta se terminara temprano en la madrugada, por eso los visitantes optaron por retirarse hacia sus hoteles y dejar la rumba a medias.