Son unos ‘coleccionistas’ de experiencias enigmáticas. Supuestos ovnis, luces de colores blancas haciendo movimientos extraños, espíritus de la naturaleza, entre otros, aseguran haber visto los guías turísticos de Enigma Travel, Carlos Núñez y Germán Barros, a lo largo de los cinco años que llevan recorriendo lugares paranormales de Ecuador.

En 2018 empezaron esta travesía con el fin de conocer cada rincón de Quito que esté relacionado con acontecimientos misteriosos, pero en el camino descubrieron que en otros sitios como la cueva de los Tayos (ubicada en la provincia de Morona Santiago), el Parque Nacional Llanganates (en Cotopaxi) y La Maná hay múltiples historias de hechos inexplicables, los cuales también han logrado experimentar.

Tanta fue su fascinación, que actualmente les ofrecen a las personas ‘paseos’ con apariciones extrañas, entre otros fenómenos. Ambos consideran que su primera expedición a la cueva de los Tayos (en 2019) fue la experiencia que los terminó de enganchar a estos temas, al percatarse de que unas luces blancas los seguían en el interior de las cavernas.

¡Una luminosidad lo atravesó!

Germán Barros habla de fotos y videos que captaron luces extrañas que se movían a gran velocidad, al punto de que la vista humana no podía seguirlas. Tenían forma de un ‘ciempiés’ y atravesaban las paredes internas de la cueva de los Tayos, ubicada en la provincia de Morona Santiago, asevera.

“Cuando hicimos el campamento (en el sector de la playa) revisé las fotos que me habían tomado y me di cuenta de que había luces que me rodeaban. Luego vi las grabaciones y me di cuenta de que atravesaban las paredes”.

Ante el asombro, realizó un nuevo video y por medio del lente de la cámara vio que la luz pasó a través de él. “Vino de frente al lente y pasó como si fuera invisible. En los videos se ve que dan vueltas como espiral. Luego de eso empecé a sentir que había personas que me seguían”, relata.

¡Un ‘ovnipuerto’ entre las montañas!

En 2019, tras realizar una meditación en la madrugada, un estruendo en el cielo fue el preámbulo de la aparición de una luz mientras acampaba con un grupo de personas en la zona montañosa de La Maná, en la provincia de Cotopaxi, recuerda Carlos Núñez.

“Todo estaba tranquilo, pero cuando apareció la luz empezaron a escucharse truenos. Esa luz se paró delante de nosotros, a una distancia de 20 metros, pero nunca hizo nada. Esta experiencia la han pasado varios moradores y según expertos aquí hay un ‘ovnipuerto’, por eso se han visto varias naves extraterrestres”, sostiene.

La luz se esfumó, pero ese hecho hizo que su curiosidad aumentara. “Hay historias de personas que tienen algunos lapsos perdidos. Es raro, pero en estos tres lugares hemos tenido las mismas experiencias, se puede decir que tienen una relación por las luces”.

¡Una entidad le ‘huyó’!

En 2020, una luz extraña que no emitía ningún destello y se levantaba aproximadamente a medio metro de altura se le presentó en la madrugada a Germán Barros, cuando realizó una expedición al Parque Nacional Llanganates, ubicado en la provincia de Cotopaxi.

“Estaba con mi hermano y mientras realizábamos una caminata, unos 15 metros delante de nosotros apareció esa luz, pero era extraña porque no alumbraba. La pudimos ver porque todo estaba oscuro y se puso en nuestro camino, pero parecía que solo nos miraba”, recuerda Barros.

Ante la situación, decidieron seguir la luminosidad, pero esta se les alejó levitando. “Quisimos llegar a ella, pero parecía que nos huía porque nunca la alcanzamos. Caminamos por unos treinta minutos, pero después de un momento la luz se elevó un poco más, se metió en medio de unos árboles y se perdió”, asegura.

Las luces cuidan los lugares

El ufólogo Mickey Dávila explica que Ecuador es un país lleno de lugares con evidencias de hechos paranormales y que las luces que aparecen son los seres que cuidan estos sitios.

“Esta es una gran evidencia. No es casualidad que se encuentren con esas luces, porque son los guardianes de los lugares, los que cuidan y vigilan quiénes entran. Estos lugares concentran gran energía, por eso hay actividad paranormal”, argumenta.

Además, asegura que las luminosidades no se les aparecen a todos. “Son seres de energía, por eso buscan a las personas con las que comparten esa energía. Incluso, esas personas cuando entran a lugares enigmáticos experimentan visiones, ven hologramas”.