Luego de la jornada del 8 de marzo, por el Día de la Mujer, los daños al patrimonio cultural de Quito ascienden a $ 10.552. Las mujeres también sufrieron daños: tienen moretones y ojos inflamados por la represión policial.

Entre ellas está Andrys Castillo, de 19 años, quien estuvo en la parte delantera de la movilización. Contó que fue maltratada por los policías que resguardaban el Centro Histórico de Quito. “Nos sorprendimos porque en otras marchas no hubo tanta violencia”, comentó.

Ella tiene dos moretones en el brazo que, contó, fueron por los toletazos que los uniformados les habrían propinado la noche del martes 8 de marzo. “Nos lanzaron gas pimienta a los ojos. Tuvimos que ayudar a las adultas mayores y a quienes estaban con niños”, agregó.

La mayoría de enfrentamientos se registraron en la intersección de las calles Mejía y Venezuela, cerca de la Plaza Grande. Las fotos y vídeos de las represiones circularon por redes sociales, así como los testimonios de mujeres como Paulina Recalde.

Esta socióloga, de 45 años, documentó en su cuenta de Twitter lo sucedido en la marcha. “Nos botaron gas en la cara, fui con mi hija”.

Recalde lleva marchando por el Día de la Mujer desde los 15 años. Replicó que también fue la primera vez que los enfrentamientos policiales se tornaron tan violentos.

En cuanto llegó a su casa, tomó un baño y aún así no podía ver bien por la irritación de sus ojos, producto del gas. Además, le dejaron un moretón en la espalda. “Por eso hoy (ayer) no salí, estoy adolorida”, agregó.

Ni el periodismo se salvó

Viviana Erazo, periodista de un medio digital, también resultó afectada, aunque no era parte de la marcha. Ella reportaba el suceso. Se conoció que, a pesar de que portaba su credencial de periodista, recibió varios toletazos de los gendarmes y gas pimienta en los ojos.

Ana Acosta, editora de ese medio, relató a EXTRA que Erazo fue auxiliada por otras mujeres. “Le pusieron leche, la cubrieron porque los policías la arrinconaron en una puerta”.

Acosta tomó la vocería en este caso. Lo hizo para salvaguardar la integridad psicológica de la periodista agredida, ya que aún está asustada, puesto que “no estaba planeado que se convirtiera en una cobertura peligrosa”.

“Cuando son otras protestas lo planificamos, pero esta vez era una marcha de mujeres que en general se llevaba con normalidad”, comentó.

Erazo no tiene lesiones, porque los toletazos le ‘cayeron’ en la mochila, por lo que sus pertenencias quedaron rotas, según Acosta. Agregó que otro periodista estaba en el mismo sitio que la joven, pero a él no le hicieron nada.

Supuestos infiltrados

Fausto Salinas, director de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional, comentó a EXTRA que los incidentes registrados se habrían dado porque un pequeño grupo de protestantes supuestamente intentó vulnerar las vallas. “No ha habido ninguna disposición de lanzar gas o golpear a las personas”, insistió.

También afirmó que en la marcha no habían solo mujeres exigiendo sus derechos, sino que también estaban grupos infiltrados que habrían aprovechado las circunstancias. “Las mujeres policías estaban en la primera línea. Hubo algunas personas que actuaron con violencia, lanzando objetos y amenazando”, agregó.

Para esa jornada se asignó un 80 % de mujeres policías, según el oficial. Aunque Andrys Castillo dijo haber visto particularmente más hombres en la seguridad.

LOS DAÑOS

El Municipio de Quito detalló en Twitter los daños hacia el patrimonio cultural durante las marchas por el Día de la Mujer. Hubo rayones en las paredes, en metal, en las paredes de piedra, en calzada y en piso de piedras. 

Además, hubo monumentos afectados como la Estatua de Simón Bolívar, F. González Suárez y Antonio José de Sucre, ubicadas en parque La Alameda, Plaza Chica y Plaza Santo Domingo, respectivamente.