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Quito: El paramédico que atiende partos de emergencia
El paramédico Gabriel Cangá dice que en esos momentos hay que tomar decisiones rápidas y difíciles. Los riesgos de estos partos son altos, para madres y bebés
El último caso que atendió Gabriel Cangá, un paramédico del Cuerpo de Bomberos de Quito, fue el parto de una mujer en un terreno de Carapungo, norte de Quito. ¡Llegó con las justas! “El bebé ya estaba prácticamente afuera y solo alcanzaron a poner una manta en el piso”, cuenta.
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Era un caos: el esposo de la parturienta desesperado, un niño de cuatro años asustado al ver a su madre gritar y los perros de la casa ladrando. Todo al mismo tiempo. “Incluso uno de los perros mordió a mi compañero”, recuerda.
Como el esposo salió a ver al equipo de socorro, la misma señora sostenía al niño entre sus piernas. Esto ocurrió el lunes y, a pesar de las condiciones en las que nació, el bebé no tuvo ninguna complicación. “Tenía buena coloración, buen peso. Fueron llevados al hospital porque los riesgos de una infección existen”, precisa.
DECISIONES DIFÍCILES
Gabriel no es el único en el Cuerpo de Bomberos de Quito que se encarga de este tipo de emergencia, aunque él antes ya ha atendido partos incluso en zonas más alejadas de la provincia.
Lo más importante en este trabajo es mantener la calma, algo que generalmente los familiares no tienen. “Se ponen nerviosos aunque tengan planificado todo. No saben qué hacer”, explica el paramédico.
Un parto en un sitio sin esterilizar es un riesgo para la vida de la madre y el bebé. Hay que actuar rápido. “Tuve un caso de distocia de hombros, es decir que salía la cabeza pero no los hombros. Estábamos a una hora y media de una casa de salud”, por lo que Gabriel tuvo que dislocar el hombro del pequeño para que pudiera salir al mundo. “Es fuerte, pero se trataba de su vida”.
Sin embargo, ya en un hospital el hombro fue puesto en su lugar y el brazo quedó inmovilizado por un tiempo. “Como sus huesos están en desarrollo, no es tan grave como parece. Se recuperan pronto”, asegura.
Para el paramédico, es una satisfacción cuando las señoras tienen al fin a sus hijos en brazos. “Siempre será motivo de alegría. Ayudamos a dar vida”. De estos casos ha atendido un montón. Dejó de contar desde el número 10.
Según datos del ECU-911, de enero a mayo de 2024 se han registrado 3.334 emergencias relacionadas a labores de parto. Esto da un promedio de 22 partos diarios de mujeres que no alcanzan a llegar a una casa de salud.
Cangá cree que esta elevada tasa se debe a la falta de información o de planificación. “A veces tienen una fecha señalada, pero no están atentos por si se adelanta. Pasa más con madres primerizas”.
No cree que sea un tema de falta de recursos económicos, pues ha atendido mujeres en sectores ‘aniñados’ con los mismos problemas.
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