¿Cómo ‘pinta’ este año en economía y política para el país? Lejos de los ofrecimientos, cifras y escenarios alentadores con los que, al parecer, cerró el 2022, este se perfila como un año complejo, con elecciones seccionales y una consulta popular de por medio, mientras en el área económica se prevé que se mantenga una lenta reactivación interna, así como la posible concreción de acuerdos comerciales con distintos países.

En medio de estas decisiones está el pueblo, que todavía espera el cumplimiento de los ofrecimientos, pero que también es espectador de confrontaciones entre sectores políticos que en nada los beneficia.

Al ser un abanico amplio por analizar, EXTRA resumió en seis ámbitos lo que se considera como importante en la agenda política para este 2023.

Consultamos a expertos en cada rama, y fueron ellos los encargados de dar ‘recetas’ para solucionar, en algo, lo que se vislumbra en estos 12 meses, en los que se podría saber si el Ecuador se salva o cae en la autoeliminación. 

Asamblea Nacional

Los legisladores no recibieron un ‘cheque en blanco’

Ha sido evidente de que el trabajo de la Asamblea ha estado en constante disputa con el presidente Guillermo Lasso. Para el analista Mauricio Alarcón Salvador, la gestión del ente legislativo nos está llevando a un caos y a una crisis de representatividad que puede agravarse en este año nuevo.

Dice que se debe tomar en cuenta que la Asamblea ha dado muy pocos resultados en favor de la ciudadanía. Han tardado más en discutir o aprobar cuestiones que no tienen nada de importancia social.

“De esa situación, muy difícilmente vamos a tener retorno. Y más aún si se toma en cuenta la pregunta que está en la consulta popular sobre los asambleístas”, a decir de Alarcón.

Él se refiere a la que plantea la posibilidad de reducir el número de legisladores. A su parecer, todo esto podría llevar a que la gente se harte de tal manera que podría promoverse la iniciativa: ¡que se vayan todos!

“De no haber un plan alternativo o de propuesta definitiva del cambio, simplemente estaremos perpetuando los males que actualmente sufrimos”, precisa Alarcón.

Receta: Alarcón asegura que no hay algo mágico que resuelva, de un día para el otro, un cambio profundo. Sin embargo, para él es urgente que el ciudadano vuelva a apoderarse de su rol de mandante y se haga sentir para que los asambleístas sepan que no recibieron ‘un cheque en blanco’. Es decir, que los legisladores no pueden hacer lo que quieran, sino que deben cumplir con la gente.

Mandato presidencial

No queda de otra que los acuerdos

Arturo Moscoso, analista político y director de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Internacional (UIDE), mira el siguiente año como bastante decisivo para la gestión del presidente Guillermo Lasso.

Hay un contexto político complejo que dependerá de los resultados, en su mayoría, de la consulta popular, lo cual básicamente sería un suicidio o una salvación, pero para el primer mandatario.

Todo ello hará que los miembros de la oposición tomen decisiones. “Lamentablemente tenemos opositores que no son propositivos. Un ejemplo claro de esto son las trabas que ponen ante propuestas que vienen del Gobierno”.

Frente a ese escenario, Lasso lo tiene muy difícil para trabajar por el bien del país, a decir del especialista. Y una de estas aristas a resolver, y que probablemente no tendrá el apoyo necesario, como se ha visto durante el período del presidente, es la inseguridad.

Receta: Para Moscoso es vital que Lasso encuentre una solución, aunque el panorama sea complicado. Pero lo que se podría hacer es hallar puertas de diálogo con la oposición para llegar a consensos mínimos sobre lo que se debe hacer con temas urgentes como la seguridad, la corrupción, salud, servicios básicos, entre otros.

Elecciones seccionales

Que rindan cuentas los autoridades elegidas

Fausto Camacho, exconsejero electoral, explica que con la elección de representantes locales, como son alcaldes, prefectos y demás dignidades, no habrá un mayor aporte político para el país.

“Son tantos los candidatos que la desventaja que tendrá el elector es no conocerlos a todos. Además, no sabrá cuáles son las propuestas que cada uno tiene en su agenda”, enfatizó. Por eso, Camacho indica que ante esta realidad, que se está repitiendo como en las elecciones pasadas, el perjudicado será el pueblo porque la realidad no cambiará.

“Recordemos que, otra vez, el voto será bastante fragmentado y no deberá sorprendernos que tengamos un alcalde con el 20 por ciento de los votos totales”, acotó el especialista.

Receta: Para Camacho, la única solución que se mira ante esto es que debe existir un proceso de transición de la sociedad: desde la desidia hacia una mayor responsabilidad en la toma de decisiones políticas. Es decir, debe haber un mayor involucramiento, y serio, entre los representantes del sector civil para hallar puntos de encuentro, de debate y hacer propuestas para exigir, por ejemplo, que las autoridades cumplan.

Movimiento indígena

Su accionar dependerá de las decisiones gubernamentales

Las amenazas del movimiento indígena de una nueva paralización son los ‘tambores de guerra’ que podrían traer consigo otra protesta de grandes magnitudes en este 2023, como la que fue la de junio del año pasado.

Todo ello por la denuncia que han hecho los dirigentes ante la negativa del Gobierno de Guillermo Lasso de cumplir los acuerdos a los que se llegó tras el paro nacional.

Según el analista Sebastián Mantilla, este sector quedó fortalecido con la última paralización. “Sobre todo en lo que respecta en la articulación interna, la vinculación desde la dirigencia con las bases”, a su parecer.

Y por ello, para este año, el movimiento indígena puede tener un papel preponderante en cuanto a las decisiones políticas que se tomen en el país. Sin embargo, Mantilla aclara que todo dependerá también de la gestión que lleve a cabo el presidente Guillermo Lasso. “Hay que tomar en cuenta que su actuar está de la mano de los acuerdos”, enfatiza.

Se nota que hay un compás de espera hasta que se cumplan o no con las promesas.

Receta: Mantilla cree que esto debe venir desde el gobierno. Es decir, que la preocupación de Lasso en torno al sector social no solo debe ser discursivo, sino también con acciones. Y, de ser así, se evitará cualquier confrontación con todos los movimientos sociales como el indígena.

Consulta popular

Los cambios deben ser profundos y no superficiales

En este punto se conjuga, más que nada, la gestión del presidente Guillermo Lasso. En el referéndum, los ecuatorianos decidirán si apoyan o no el trabajo del mandatario a través de las ocho preguntas que topan diversos temas, como por ejemplo, la extradición de narcotraficantes.

Para Fausto Camacho existe la posibilidad de que su resultado, sea cual sea, no necesariamente contribuirá al desarrollo de la democracia en el país. A su criterio, la crisis de las instituciones del Estado, en las que la población desconfía, “y no de pura gana, sino por razones concretas”, no se resolverá.

“Creo que ganaremos muy poco”, según el especialista. A decir de él, la consulta popular es un desperdicio de una oportunidad que pudo haber producido una unidad nacional en torno a un cambio estatal un poco más de fondo. Y ello deja en la indefensión a la población en general. No se recogieron las opiniones de todas las personas y no se construyó algo de manera más colectiva entre los ecuatorianos.

Receta: Según Camacho, no se ve algo certero que se pueda hacer ante una decisión ya tomada.

Economía

Se viene dura la situación para Ecuador

El panorama político que se viene para este año también dependerá en gran medida de la economía que no será tan boyante, como se ha venido advirtiendo desde 2022.

El economista Alberto Acosta Burneo señala que se vienen grandes desafíos. En un primer punto, por el lado internacional, porque el entorno se está complicando, porque el anuncio contra la inflación que se avecina empujará a muchos países subdesarrollados a una recesión.

“Lo que no se conoce cuál será la magnitud de esto ni tampoco el impacto que podamos sentir en el Ecuador”, detalla el analista. Pero definitivamente ya se han visto algunos ‘contagios’ de esta situación en nuestro país, como por ejemplo el costo del endeudamiento es más caro en cuanto al financiamiento internacional.

Lo segundo es la fortaleza del dólar que, contrario a lo que se cree, esto afecta a la competitividad. “En ámbitos como las exportaciones es un desafío al que se deben enfrentar estos sectores”. Y un tercer punto es que los países más desarrollados entrarán en una recesión, de tal forma que habrá menos importación de productos ecuatorianos.

Receta: Acosta Burneo dice que para esto debemos estar preparados y seguir trabajando en competitividad, lo que significa que hay que abrir mercados para enfrenar este entorno desafiante de 2023.