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Policía que baleó a presunto pillo en Quito será indagado por homicidio
La institución respalda al funcionario aduciendo que actuó en el marco de la legalidad. Todavía no hay quién llore al presunto choro abatido
Con una gasa en la cabeza y con una investigación por homicidio en su contra, el sargento Marco Parra volvió, la mañana de ayer, a sus actividades en la Unidad de Inteligencia Antidelincuencial (UIAD) de la capital.
El agente disparó a un presunto delincuente que entró a robar con su compinche a un restaurante situado en Cotocollao, norte de Quito, la noche del sábado.
El pillo le habría sometido a Parra y al dueño del local con una pistola y, aprovechando un descuido, el ‘poli’ sacó su arma de dotación y disparó al atacante, quien murió en el acto.
Por eso, el sargento será investigado por la Fiscalía durante 30 días por el delito de homicidio. Le dieron medidas sustitutivas para que pueda comparecer a las diligencias legales y debe presentarse ante un juez los miércoles.
El general César Zapata, comandante de la ciudad, señaló que el procesado recibirá el apoyo del Departamento de Defensa Institucional para “demostrar la legalidad del accionar del uniformado y que no hubo violación en los derechos humanos durante el proceso”.
Defensa propia
Según el Código Orgánico Integral Penal (COIP), se puede justificar legalmente la lesión, daño o muerte de alguna persona siempre y cuando se cumpla con tres requisitos: que el implicado esté de servicio, que se sienta amenazado y que la vida de terceras personas esté en riesgo.
Zapata aclaró que sí se cumple con los elementos para demostrar que Parra actuó en legalidad. Explicó que el sargento en el momento del robo realizaba una investigación para desarticular a una banda organizada que, precisamente, operaba como los agresores que lo sometieron.
“Teníamos información de que eran cuatro sujetos. Dos se quedaban en un auto, mientras el resto entraba a amedrentar a las víctimas con pistolas”, dijo Zapata.
La noche del suceso, el delincuente habría golpeado con la cacha de su arma al agente y lo tenía amenazado de muerte. Además, los antisociales sometieron a otras personas.
Con estos elementos, el general enfatizó que Parra quedará en libertad.
Solo en la morgue
Hasta el cierre de esta edición todavía no llegaban familiares al Departamento de Medicina Legal para llevarse los restos del pillo abatido.
Sin embargo, la Policía ya lo identificó. En un inicio, las víctimas indicaron que el sujeto tenía acento venezolano. Los agentes se contactaron con sus homónimos de ese país y les dieron información.
Hasta el momento se conoce que se trata de Carlos Ramón Hueck, un ciudadano de 30 años. Se investiga si este cometió algún delito en dicho país o si pertenecería a alguna organización.
Además, se trata de determinar si formaría parte de la banda que acechaba Cotocollao. El arma que habría utilizado el sospechoso, según la Policía, estaba en buenas condiciones y con balas en su cargador. Por otra parte, agentes de la UIAD continúan rastreando el paradero del compinche con el que entró a robar Hueck.