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¡Cinco meses sin poder enterrar a sus muertos!
Los deudos realizarán un nuevo plantón el jueves jueves 20 de agosto, en los exteriores de la Gobernación del Guayas
El cumpleaños de Rosa Elena Alvarado Díaz este año tuvo un matiz diferente: por su deceso ella no estuvo presente en la celebración y lo que agiganta el pesar de sus familiares, es que tras casi cinco meses de su muerte, aún no tienen una tumba donde llorarla.
Alvarado falleció el pasado 26 de marzo en un hospital de Guayaquil y su cuerpo es uno de los que todavía constan dentro del grupo de los desaparecidos durante la emergencia sanitaria a consecuencia del COVID-19. El martes 18 de agosto, ella cumplía 81 años.
A las 11:00 de este jueves 20 de agosto, familiares de ella y otros fallecidos en los meses más críticos de la pandemia en Guayaquil -y cuyos cuerpos no han sido identificados-, realizaran un plantón en los exteriores del palacio de la Gobernación del Guayas.
Una odisea
Narcisa Martillo, hija de Rosa Elena Alvarado, recordó que apenas esta murió, iniciaron los trámites para retirar su cadáver. Pero le dijeron que primero debía acudir al Registro Civil por el certificado de defunción. Ya con el documento en mano, regresó al hospital. Ahora le indicaron que no podían darle el cuerpo porque su progenitora había muerto por coronavirus y debía acercarse a la Junta de Beneficencia para que le entreguen una orden para cremarla.
"Ha pasado casi cinco meses y aún no me dan los restos de mi madre. El 7 de agosto pasado me llamaron del Laboratorio de Criminalística para decirme que ya está identificada y que si yo deseaba sepultarla o me lo entregaban", contó Martillo.
La mujer dijo que por la falta de recursos económicos ella optó por responder en ese momento: "encarguesen ustedes de la sepultutra", pero luego de conversar con sus famaliares, estos le cuestionaron: ¿cuál era la garantia de que realmente sea su cadáver?
Martillo solicitó a la persona que la llamó del Laboratorio de Criminalística que le entreguen el certificado de la prueba de ADN, pero según ella le respondieron, que ese documento no se lo podían entregar.
Un cadáver de otra persona
Un desonsuelo parecido lo viven los familiares de Adalberto Alay Alay, de 60 años. Él falleció el pasado domingo 29 de marzo en el hospitl del IESS Los Ceibos y su cadáver tampoco ha sido entregado.
Su esposa, María Alvarado Sellán, indicó a EXTRA que tras la muerte de Adalberto en la casa de salud le estaban entregando un cuerpo que no era el de su cónyuge.
"Mi hijo abrió el cierre de la bolsa plástica y se dio cuenta que no era su padre, eran los restos de una mujer. No sabemos que pasó con mi esposo. Son tantos meses sin saber de él", mencionó Alvarado Sellán.
María, al igual que Narcisa son varias de los deudos que estarán presente en el plantón.
En julio pasado fueron entregados 69 cadáveres que permanecían en el Labortatorio de Criminalística sin ser identificados. En aquel entonces el teniente coronel Christian Rengifo, del Laboratorio de Criminalística y Ciencias Forenses, señaló que para realizar el proceso de identificación se utilizaron mecanismos técnicos científicos y las autoridades ordenaron que Criminalística entregue los cuerpos.