Decenas de caretas de papel secando al sol sobre el portal es parte de una tradición en cada temporada de fin de año en el barrio 7 de Julio de Machala, provincia de El Oro.

Es la actividad que elabora el artesano Juan Arturo Matamoros, de 56 años, quien mantiene lo que aprendió de sus abuelos. Él lleva más de medio siglo en el oficio, desde que llegó de Guayaquil.

Junto a la familia de Matamoros, son 10 las parentelas del sector que se dedican a elaborar las caretas para los años viejos que les son pedidas desde distintas provincias del sur del país, incluso desde el norte peruano.

Están los Ramírez, Anguisaca, Guajala y otros parientes quienes son parte de una tradición en la barriada machaleña.

Juan Matamoros sostiene que, entre todos, elaboraban 100 mil unidades, pero este año el barrio decidió elaborar solo 50 mil caretas, la mitad de las que hacían antes de la pandemia.

“Los insumos están caros, el papel periódico subió de precio y eso nos limita, porque nosotros no podemos subir los precios. La gente se acostumbró a que le vendamos a un dólar la careta”, dijo el artesano quien en menos de 30 minutos puede elaborar una careta con sus rápidas manos.

Germania Anguisaca, otra de las artesanas, explicó que primero hacen un molde a base de barro para inmortalizar la forma del rostro de personas que llamaron la atención en el año.

Las máscaras que se hace de forma manual, también pueden ser con diseño personalizado, es decir, al gusto del cliente.

En los moldes se coloca el papel con engrudo y se deja secar completamente por dos días, aunque el tiempo de secado puede variar según el clima.

Una vez que la figura está seca, se procede a pintarla.

Desde las 08:00, Elvia Ramírez, de 65 años, saca una mesa de su casa, coloca el almidón, trae tirillas de papel periódico y comienza a pegar las partes de la cabeza hecha de la misma materia prima. En esa tarea se mantiene hasta las hasta las 17:00, cuando se ‘alza’.

“Es una tradición familiar dedicarnos a esta actividad; no nos vemos como competencia, porque cada uno tiene sus clientes y todos vendemos nuestro producto”, comentó la mujer.

Carlos Pereira recordó que desde los 8 años de edad, viene perfeccionando sus habilidades para lograr las facciones características en sus trabajos. “Cada careta representa sueños, esperanzas y frustraciones en algunos de los casos para las personas que las compran para su año viejo”, dijo el hombre que ahora tiene 53 años.

Así, cada día junto a otras personas se dedican a la confección de monigotes y caretas en el barrio 7 de Julio, ubicado al oeste de Machala, donde afuera de cada casa de artesano exponen al sol las decenas de máscaras, luego de ponerle bastante engrudo.

Por esta labor que cumplen desde mediados de año, la zona es conocida como el ‘barrio de las caretas’ de Machala.

Costo

Las caretas tienen un costo de $ 1.50, pero si se compra, al por mayor, una gruesa (saco) compuesta por 144 caretas, se debe cancelar $ 130.

Sitios

Estas obras de arte se distribuyen en las ciudades de Machala, Huaquillas, Pasaje, en la provincia de El Oro, pero también las llevan a Loja, Cuenca (Azuay), Latacunga (Cotopaxi)