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¡4 mil dólares le costó la muerte!
Sheyla Maffare fue a una clínica a que le realicen una abdominoplastia, pero falleció en el proceso. El lugar no tenía permiso de funcionamiento
En la última foto que se tomó Sheyla Viviana Maffare Cedeño se le notaba la emoción que sentía antes de entrar a un quirófano. La chica, de 27 años, posó junto a su madre para capturar aquel instante previo a que le realicen una abdominoplastia.
Acompañada de su progenitora, Marori Cedeño, la joven llegó a la clínica donde iban a practicarle la cirugía por 4.000 dólares, ubicada en la ciudadela Los Rosales 2, norte de Guayaquil, la tarde del martes. El lugar no cuenta con permiso de funcionamiento desde 2017, según el registro de la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada.
Sheyla se despidió de su mamá antes de ingresar a la sala de operaciones. Su madre esperaba ansiosa noticias de ella. Vio pasar a uno de los doctores encargados de la intervención y le consultó por novedades de Sheyla, pero él solo le dijo que salió un instante para hacer una llamada y que el proceso no culminaba.
Marori siguió esperando, hasta que finalmente supo algo de la mayor de sus dos hijos. Lo que oyó fue todo lo opuesto a lo que anhelaba.
“Madre, no soy yo el más indicado para decirle, pero lo siento mucho, a su hija la han dejado botada en el quirófano, ella está muerta”, le informó un hombre, quien aparentemente laboraba en la clínica.
Marori, exaltada por semejante noticia, pidió entrar a la sala quirúrgica. Adentro se topó con una escena atroz: su hija estaba “desangrada, completamente desnuda, con las heridas abiertas”, según contó.
A la madre la invadió una mezcla de indignación y pesar. Enseguida llamó a sus parientes. También pidió ayuda a la Policía y un grupo de uniformados llegó a la clínica para retirar el cadáver.
Sin embargo, los galenos responsables del proceso no se encontraban en el sitio. Se ‘esfumaron’ sin que Marori lo haya notado. Después llegaron otros doctores, quienes según describe la mujer en la denuncia que presentó por tal hecho a la Fiscalía serían familiares de los propietarios del establecimiento.
La madre refirió que nunca le dieron una explicación de lo sucedido. Ella, desesperada, llamó a un abogado para que los asesore legalmente en búsqueda de justicia.
La sala de las sorpresas
Otra cosa que Marori atinó a hacer fue filmar el interior de aquel quirófano donde se apagó la felicidad de Sheyla. En la grabación se ve el cuerpo postrado sobre una camilla con una sábana blanca encima.
A un costado de la camilla, en una estantería, había prendas verdes que parecen ser batas quirúrgicas. Entre toda esa ropa se alcanza a ver una bandeja metálica, y sobre ella un cedazo de cocina amarillo, con residuos de una sustancia roja.
Este miércoles por la mañana la odisea continuó para los allegados de la difunta. Ellos retiraron el cuerpo de la morgue de Criminalística, al suroeste de la urbe. Sheyla será sepultada en la localidad de Quinindé, provincia de Esmeraldas, de donde es oriunda su familia paterna.
Prevención
Marcelo Abad, médico y presidente en Guayas de la Sociedad Ecuatoriana de Cirugía Plástica y Reconstructiva, refiere que en este tipo de intervenciones, en caso de que la paciente haya tenido partos por cesáreas, es requisito revisar la pared abdominal para ver si no hay una hernia en el área.
También se exige una serie de exámenes previos, como un electrocardiograma, hemograma, el nivel de colesterol, entre otros. Incluso ahora piden una prueba de COVID-19.
A Sheyla sí le mandaron a hacer exámenes, dicen sus parientes. Por eso no entienden qué complicaciones pudieron presentarse en la operación. Solo piden que el caso no quede impune.