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Esperar el bus en la calle Rumiurco puede resultar peligroso, pues los delincuentes se esconden cerca.GUSTAVO GUAMAN

¡Qué jodido es el barrio La Roldós!

Los moradores de este sector del norte de Quito, han tenido que tomar precauciones. La Policía reconoce que es una zona conflictiva

La tienda de Blanca Usiña, ubicada en La Roldós, en el norte de Quito, está bien resguardada desde hace un par de meses. Aun así han logrado llevársele algunos de sus productos. “También han intentado estafarnos con billetes falsos, pero como ya sabemos mejor se han ido”.

Ella atiende solo a través de un hueco en medio de la reja que colocó. Pero no es la única que aprendió a estar alerta en la zona.

Miguel Vásquez, otro vecino, comentó que los pillos incluso se han metido a una iglesia a robar los cerebros de los vehículos que estaban estacionados. “También a los transeúntes les van arranchando sus pertenencias y se esconden en el bosque”, relató.

Además, pasar a pie por esa parte de la calle Rumiurco es considerado arriesgado, pues existen personas que se suben a los buses para robar celulares y carteras. “Se bajan de las unidades con lo robado y si usted está por ahí también le van robando”, agregó el morador.

Para los vecinos, el mal estado de la vía contribuye a aumentar el peligro de ser asaltado, pues los conductores se ven obligados a ir más despacio para no golpearse en los baches. “Nos ofrecieron repavimentar la calle Rumiurco, pero hasta ahora nada”, reclamó.

Karen Carrera, jefa del circuito de Policía La Roldós, reconoció que esta es una zona conflictiva. En los primeros meses de 2021 aumentaron los robos de motocicletas y a ciudadanos.

“Hicimos una estrategia enfocada a esto y ha funcionado porque estos delitos disminuyeron”, aseguró la agente.

Los robos a tiendas y casas también se han registrado, pero en menor cantidad, según Carrera.

Los moradores explicaron que si bien hay patrullajes, estos no son suficientes. “Cuando se llama no llegan pronto”, dijo Blanca Usiña.

Las tiendas debieron reforzar su seguridad en la zona.GUSTAVO GUAMAN

Carrera, por su parte, explicó que los agentes deben incluso atender problemas de tránsito lo que reduce la operatividad. “No es nuestra competencia, pero nos contactan a nosotros”.

En este circuito lo que más se registra, según la Policía, son casos de violencia intrafamiliar, riñas y escándalos como consecuencia del consumo de alcohol, tenencia de armas blancas, expendio de drogas. “No podemos tapar el sol con un dedo, hay problemas, pero los estamos enfrentando”, concluyó Carrera.

Mientras tanto los vecinos preparan brigadas de vigilancia para enfrentar a los delincuentes, así como la colocación de cámaras de seguridad.