La reunión de ‘vecis’ terminó en ‘pito’. La cita programada en la etapa Rubí, de la urbanización La Joya, ubicada en la avenida León Febres Cordero, que parecía que serviría para ‘apaciguar’ los ánimos y aclarar un problema administrativo no cumplió con su función. De hecho, sucedió todo lo contrario... ¡Se repartieron puñetazos y ‘volaron’ los bancos!

El primer movimiento en la que un golpe ‘encontró’ a Robert Tovar, antiguo administrador del comité de residentes, sorprendió a todos. Eran casi las 20:00 y desde la puerta de las oficinas de administración de la ciudadela, situada frente a la garita, lo hicieron caminar a punta de ‘cuadre’ y un puñete hasta la cancha de básquet, contigua a la edificación administrativa.

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“¡Sáquenlo! ¡Sáquenlo!”, repetían algunos de los vecinos. De un momento a otro, el puño ya no era el que quería ‘acariciar’ al hombre en cuestión, sino un cinturón que uno de los que reclamaba (de un grupo de más de 100 personas) sacó de su pantalón para pegarle al hombre que vestía una camiseta de rayas.

No obstante, no lo logró. Tovar escapó de los intentos de correazos y caminó alejándose. Un tercer involucrado intervino y con un grito tuvo que detener a sus vecinos, diciéndoles que con violencia no resolverían la riña, que había iniciado desde las 07:30 del mismo miércoles cuando, según versión de ellos, Tovar ingresó a la ciudadela con agentes policiales y más de 30 “encapuchados”.

Un ruido de un objeto cayéndose interrumpió la disputa. ¡Se trataba de un banco lanzado a una persona parada en la garita! Los gritos seguían y la adrenalina a mil también. A Robert Tovar le sugirieron retirarse a su vivienda, también en el conjunto cerrado, para evitar un peor desenlace.

“Ya no queremos este tipo de momentos feos. No merecemos estar en zozobra por cada vez que este señor (Tovar) llegue a la urbanización queriendo tomársela”, dijo Nancy Loor, propietaria y residente de la etapa Rubí.

Acorde a la versión de Nancy, la gresca inició ese miércoles debido al hartazgo de los moradores con respecto a las supuestas irrupciones de Tovar a la ciudadela. “Es la quinta vez que llega así (con desconocidos vestidos como guardias). Trajo una orden de un comisario en el que le ordenaban que sea él quien presida el comité; sin embargo, él ya está fuera de esas funciones desde diciembre de 2023”, explica Loor.

“Él tomó la dirección de la administración en la pandemia de manera ilegítima: el que estaba de presidente se fue porque se enfermó gravemente y él tomó la ‘batuta’, pero en el tiempo que estuvo no rindió cuentas, se perdió dinero de caja y hubo algunos robos sospechosos dentro de la ciudadela”, refiere Hólguer Jara, parte de Asopro Rubí, la nueva directiva registrada en el Ministerio de Desarrollo Urbano y Vivienda (Miduvi).

Según él, el “pretexto” para ingresar de esa manera es un juicio que siguió a un consorcio que prestaba servicios en la etapa hasta hace poco tiempo y en el que ellos “no tienen nada que ver”.

“Hoy se desaparecieron computadoras, material administrativo y otros papeles luego de que entró este señor, autorizado por un comisario de Policía; sin embargo, para mañana ya tenemos programada la visita de un intendente en el que diga que nadie extraño puede ingresar como los sujetos pagados por él”.

Hasta las 21:00 del miércoles, los residentes continuaron vigilantes de la garita, pues desde esta podían controlar el ingreso de cualquiera. “Aquí estaremos, si es posible, hasta el amanecer, con tal de que se protejan nuestras viviendas”, finaliza Jara.

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