El ataque a mordiscos que tres días antes Camionero –un can de dos años– supuestamente cometió en contra de dos personas, habría sido la causa que provocó el asesinato de su amo, Darwin Octavio Muentes Moreira.

El crimen del hombre, de 41 años, ocurrió a las 20:30 del miércoles, en la cooperativa Una Sola Fuerza 2, sector La Herradura, del cantón Durán.

La suegra del fallecido comentó que Darwin se encontraba acostado en una hamaca en su domicilio cuando, a bordo de una motocicleta, llegaron un hombre y una mujer para reclamar por las presuntas mordidas que la mascota les habría hecho mientras ellos circulaban frente a su vivienda.

“No sabemos si estas personas estaban fumadas o borrachas. Dijeron que el perro los mordió. Mi yerno salió para ver qué querían y le dispararon en la cabeza”, mencionó.

Darwin Muentes Morán, hijo mayor de la víctima y quien también resultó afectado cuando uno de los proyectiles rozó el costado derecho de su cuerpo, manifestó que su progenitor se interpuso para que el tiro no le llegara a Camionero.

“Él (criminal) le disparó al perro y la bala le pega en la arena, mi veterano por ayudar y defender al perro lo cogió entre sus brazos y fue allí que le dispararon. Yo reaccioné y traté de cogerlo, le di puñetes, pero en ese momento me dispararon, gracias a Dios la bala me pasó rozando”, explicó el joven de 18 años.

El muchacho recordó que cuando el asesino descendió de la motocicleta tomó una piedra con la intención de tirársela al perro y repetía que el animalito le había mordido y que ellos debían pagarle.

“Mi padre quedó tendido en el piso. Pedimos una ambulancia, pero cuando llegó ya mi papá estaba muerto. Los asesinos huyeron en la misma moto en que llegaron. Eran una chica y un chico y no viven aquí”, agregó el hijo de la víctima.

En el sector, vecinos de Darwin Octavio manifestaron que él no tenía problemas con nadie y que hace más de 10 diez años residía en esta zona de Durán.

La mascota habría mordido a otras personas

El mayor Luis Cifuentes, jefe operativo del cantón Durán, manifestó que entre el dueño del can y la persona mordida, días antes, ya había ocurrido un altercado, pero que la noche del miércoles el hombre regresó junto a una joven y le disparó.

Explicó que el hijo del hombre asesinado trató de intervenir y fue por esa razón que también resultó afectado.

“No era la primera vez que el perro atacaba, ya habría mordido a otras personas. Esa noche se produjo un escándalo en vía pública. El asesino le habría exigido al dueño del perro que se hiciera cargo de los gastos médicos”, dijo Cifuentes.

En el sitio del crimen se hallaron ocho indicios balísticos.