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La venta de su producto siempre la complementa con una gran sonrisa.Henry Lapo

La historia de la reina del mercado de Carapungo: una combinación de mariscos y sonrisas

Los Caseritos: Tiene un puesto en el mercado de Carapungo, norte de Quito, y se levanta muy temprano para abastecer de pescado a quien lo requiera

Los camarones rebosan sobre las bandejas plásticas. Los pescados como la corvina gata, picudo, el atún, el pampanito, se distribuyen dentro del frigorífico uno sobre otro, en un festival de colores del mar. Y detrás de esta percha, tres mujeres se encargan de quitar las escamas, abrir el producto y entregarlo a los compradores que muchas veces se agolpan para abastecerse del marisco.

Pero entre aquellas vendedoras una chica atiende con una enorme sonrisa. Se trata de Vanessa Vélez, quien luce con orgullo un delantal azul y una gorra blanca.

Deja de lado su mascarilla y cuenta con amabilidad su historia dentro de este pequeño local en el mercado de Carapungo, en el norte de Quito. “Tengo 26 años y tres de ellos los he dedicado para laborar aquí”, confiesa.

Toda su vida la ha forjado en esta localidad capitalina junto a sus padres, quienes son oriundos de la provincia de Manabí, pero que buscando un sueño para superarse, llegaron a Quito. Y junto a otros compañeros decidieron dar forma a lo que ahora es el mercado de ese sector, que abastece a gran parte de la comunidad.

El papá de Vanessa murió en 2020 y ella junto con su mamá y demás hermanos sacan adelante el puesto.

La joven cuenta que la jornada empieza mucho antes de que salga el sol. “Siempre madrugamos a las tres de la mañana y acomodamos el producto. Luego trabajamos hasta que el mercado cierra a las cuatro de la tarde”.

Una reina profesional

Vanessa fue elegida como la más guapa del mercado.Cortesía

Pero esta chica ha combinado perfectamente las horas en su trabajo dentro del mercado de Carapungo con sus estudios. Con esfuerzo, Vanessa logró graduarse como profesora en educación inicial.

Sin embargo, la crisis que atraviesa el país le ha impedido conseguir un trabajo en su rama. “Por eso estamos aquí, siempre prestas para trabajar duro cada día”.

La convicción con la que vende es un ‘enganche’ para que la gente vaya a su puesto. Detrás de cada oferta está una frase de cariñito. Y con ello, una gran sonrisa.

Es que Vanessa no solo se destaca en su puesto de venta, sino también por ser la representante de belleza del mercado. Ella fue elegida como la reina de este año durante la celebración del aniversario por los 29 años de este centro de abastos carapungueño.

“La función de la reina es estar delante de las actividades que organizamos y ayudar a que todo salga muy bien”, asevera Vanessa, quien cuenta que lo más vendido en su puesto es la albacora para los encebollados y la corvina.