Al ritmo del Gran Combo de Puerto Rico o acompañado del sentimiento del Ruiseñor de América, Julio Jaramillo, ‘camella’ Jorge Zamora en el Mercado de Artículos Varios, más conocido como el de las 4 Manzanas, ubicado en el centro porteño.

El oriundo de Quevedo vende radios, parlantes, pantallas planas y demás productos para carros. Él le pone los ‘juguetes’ a las ‘naves’. Tiene cinco años en el popular mercado guayaquileño, aunque está en el negocio desde hace tres décadas.

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Inició en la Bahía (corazón comercial del Puerto Principal), pero se mudó por la fuerte competencia que tenía. Ya en las 4 Manzanas es el ‘king’, aunque afirma que hay otros puestos que ofrecen similares productos, pero usados. Los que él tiene a disposición del público son nuevos, de paquete.

Pese a su cambio de local, algunos clientes lo han seguido y también han aparecido nuevos. Con un “Jefe, ¿qué busca?” los suele abordar, pero muchos se enganchan con la música que sale de sus parlantes.

Varios de los transeúntes (de todas las edades) se ‘pegan la meneada’ cuando pasan por su zona, cuya entrada es por la calle Huancavilca. Él, prácticamente es el disyóquey del centro de abastos y pone todo tipo de música, la que le gusta y la que le pide el ‘público’.

“‘¡Ya ponte música’, me dicen. Les pregunto... ¿qué desean escuchar?, y eso pongo”, indica el comerciante. Los géneros van desde salsa, cumbia, pasillos, vallenato, merengue, bachata, reguetón, salsa choke... ¡de todo!

Y para ello emplea al ‘poderoso’, su pendrive de 32 GB, el cual está ‘cargadito’ de música, con más de 1.500 temas para escoger. Un gran repertorio, para todos los gustos.

Como es un hombre de espíritu alegre, él también ‘mueve su esqueleto’, su ‘tarima’ es la vereda de su puesto esquinero, el 192. “Yo me pongo a bailar, soy muy alegre y eso contagio a los demás. Si no vendo, digo: “Señor Jesús, mañana será otro día. Y seguimos”, expresa.

Tiene 58 años, pero no los aparenta. ¿Su secreto? Asegura que no ha sufrido en el trabajo. “Como bien, soy mi propio jefe, no me amargo”, revela el vendedor y padre de nueve hijos, en tres compromisos.

“Tuve cuatro chicos en la primera relación, cuatro en la segunda y una niña en la tercera”, manifiesta Jorge. “Le faltan tres más para que haya empate”, le comentamos. Su respuesta entre risas fue... “Ahí, nomás”. A este paso, él puede formar su propia 'orquesta'.

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