No fueron las balas de la policía, ni tampoco las  de sus adversarios las que acabaron con la vida de Giovanny Francisco Mantilla Ceballos, supuesto líder de la organización delictiva Los Lagartos. Al sujeto, apodado como El Gorras, lo mató un paro cardiorrespiratorio, a consecuencia de la COVID-19. Así lo confirmó a EXTRA el general Víctor Aráus, comandante de la Zona 8 de Policía.

Mantilla, de 39 años,  había llegado la noche del lunes 29 de junio  sin signos vitales al Hospital Marco Vinicio Iza, del cantón Nueva Loja, provincia de Sucumbíos.

“Obtuvimos información de la muerte de Mantilla, sabemos que ocurrió en Sucumbíos y que durante la madrugada de hoy (miércoles 1 de julio), llegó a Guayaquil. Su fallecimiento fue aparentemente natural, eso lo confirma un documento del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)”, indicó Aráus.

Velatorio con medidas de seguridad

Los restos del Gorras fueron velados hasta la tarde de ayer bajo estrictas medidas de seguridad policial en el camposanto Parque de la Paz de La Aurora. Su sepelio se realizó a las 16:00 del martes.

El teniente coronel Santiago Vallejo, jefe del Distrito Daule, indicó que aproximadamente 40 policías de las unidades de inteligencia, preventivos y de investigación resguardaban el exterior del camposanto.

“Hemos coordinado con el gerente del cementerio para verificar que todo se cumpla correctamente. Solo se permitió el ingreso de 25 personas, a quienes les realizamos un registro durante su ingreso para verificar que no entren algún objeto ilegal”, explicó el oficial de la entidad policial.

A Mantilla se le atribuyen rivalidades con diferentes bandas delictivas como la de Los Choneros, cuyo supuesto cabecilla, Jorge Luis Zambrano González, alias Rasquiña o JL, se encuentra con régimen prelibertario desde el pasado 5 de junio.

El 30 de mayo de 2019 fue asesinado su hermano, Ricardo Mantilla Ceballos, en el Centro de Rehabilitación Social de Varones de Guayaquil.

Tenía 22 procesos judiciales

El fiscal César Peña informó que Mantilla estaba implicado en actos delictivos en diferentes modalidades como asesinato, sicariato, tráfico de sustancias sujetas a fiscalización, delito de porte de arma, delincuencia organizada, asociación ilícita, entre otros.

“La Fiscalía tiene conocimiento de que la mayoría de los asesinatos y sicariatos cometidos en el sur de Guayaquil, especialmente en el Guasmo, fueron ejecutados por la organización delictiva liderada por alias Gorras”, sostuvo Peña.

En los registros de la Función Judicial consta que el Gorras tenía 22 procesos judiciales.