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‘Fiebre’ de plomo en Quevedo
Los últimos asesinatos ocurrieron entre la tarde del lunes 4 y al mediodía del martes 5 de octubre. Está que ‘arde’.
El temor recorre por los barrios de Quevedo, provincia de Los Ríos. Entre la tarde del lunes 4 y la mañana de este martes 5 de octubre de 2021 se han registrado tres tiroteos que pusieron con ‘los pelos de punta’ a los ciudadanos y a la Policía en nuevas investigaciones.
Este martes 5, unos desconocidos sorprendieron a un individuo y lo dejaron ‘tieso’, en el asiento de copiloto de un taxi en el que se había embarcado.
El hecho se produjo por el parque del Bocachico, en la parroquia San Camilo, donde atacaron a un adolescente de 17 años.
Según los datos policiales, el tipo tomó un taxi y al momento de sentarse, unos sicarios, que aparentemente lo seguían, le dispararon por la ventana, desde la parte de atrás del automotor y quedó inerte.
La víctima fue llevada hasta el hospital de Quevedo, donde se comprobó su deceso.
Agentes policiales al realizar el levantamiento del cadáver vieron que la víctima tenía un arma de fuego sujeta a la cintura de su pantalón. Aquello hace presumir que se trate de alguna retaliación. También decomisaron un machete corto.
Este hecho se suma a los dos asesinatos ocurridos el lunes. Contabilizaron tres decesos en las últimas horas.
Se ‘bajaron’ a Tanga Negra
Al salir de su casa en el sector Grito de Libertad, de la parroquia Venus del Río Quevedo, Miguel Arboleda, conocido con el alias de Tanga Negra, se fue con la intención de comprar unos repuestos para la motocicleta y regresar enseguida, pero unos sicarios le hicieron ‘la casita’.
Su esposa le tenía lista la medicina que debía tomarse, pues estaba delicado de salud, según explicó ella, mientras esperaba, en la morgue de Quevedo, que le entreguen el cuerpo.
Por los datos policiales se conoció que eran aproximadamente las 15:40 del lunes último, cuando Arboleda estaba comprando el repuesto en un almacén del sector del redondel del parque La Madre y unos atacantes se le acercaron.
La escena quedó registrada en una cámara de videovigilancia del lugar. Él se da cuenta de los cuatro tipos y sale corriendo. Lo persiguen y le disparan.
A los agresores parecía no importarles que estaban cerca del casco comercial de la urbe y había muchas personas. La balacera generó pánico. En el centro de Quevedo todo fue un caos. En los negocios cerraron las puertas enrollables y la circulación vehicular se congestionó.
Arboleda no avanzó ni dos cuadras y unos disparos lo impactaron. Tanga Negra cayó en medio de la calzada, en la calle Bolívar, entre Segunda y Tercera.
La noche del sábado 2 de octubre, una madre y su hijo fueron asesinados en el sector El Desquite.
La madrugada del domingo 3 de octubre, en la parroquia San Camilo, acribillaron a dos hombres y dos mujeres en un auto.
Otras dos personas resultaron víctimas colaterales del ataque. Una de ellas tiene una herida en la tráquea y fue llevada de urgencia a una casa asistencial de Guayaquil. El otro es un menor de edad.
El jefe de la Policía de Quevedo, Holguer Cortez, manifestó que los sicarios andaban a pie, pero luego se embarcaron en una camioneta.
Cortez detalló que un policía que patrullaba en su moto se percató de la acción y “realizó cuatro disparos con el fin de contraatacar a los delincuentes”, sin embargo, los sospechosos le dispararon con una subametralladora.
Le tocó al parce
Más tarde, a las 23:30 del lunes 4 de octubre, una ráfaga de disparos alarmó a otros habitantes quevedeños. Esta vez fue en el sector Nuevo Amanecer.
Cuando los moradores salieron a ver qué pasaba, se percataron que en el suelo yacía Miguel Ángel Cerezo, de 40 años, conocido en el barrio como el Parce.
Su hermana Mirella Cerezo desconocía las circunstancias del asesinato. A su pariente le dieron al menos 15 disparos.