Exclusivo
Actualidad

Nicole Salazar, de 24 años, empezó su marca de zapatos en 2017.ALEX LIMA

Día Internacional de la Mujer: Emprender también empodera

EXTRA relata la historia de tres mujeres emprendedoras, sus dificultades y victorias, para posicionar sus marcas en un sector apoderado por hombres

NS Nicole Salazar nació luego de que su fundadora, cansada de no hallar zapatos de su talla 10, decidió darle vida a sus diseños a través de un emprendimiento que culminaría con el vía crucis de las mujeres que no encuentran calzado a su medida. “Nunca dudé y siempre supe lo que quería”, sostiene la guayaquileña.

Hoy, la joven le da trabajo a cinco artesanos, tiene un local en Samborondón y colabora con otras 12 marcas. Sin embargo, llegar hasta donde se encuentra no ha sido fácil. Tuvo que atravesar varios desafíos, empezando por ganarse el respeto de quienes ahora emplea.

"Tenía problemas por ser mujer y ser joven”, recuerda. La primera reunión que tuvo con un artesano este ignoraba por completo sus peticiones y solo escuchaba si Nelly Pazmiño, madre de Nicole, se dirigía hacia él: “Le decía: disculpe, yo voy a hacer los modelos, yo voy a tratar con usted”.

Esta situación es común cuando se trata de algún tipo de negociación con mujeres; en cambio con los hombres “hay esta imagen de respeto y cumplimiento”, explica Lissette Arellano, directora de Comadres Coworking. La también administradora de empresas asegura para EXTRA que aún, en el imaginario colectivo, se tiene la idea de que los dueños de empresas pertenecen al gremio masculino.

Pese a que emprender es una vía para que las mujeres generen ingresos, no es fácil llegar a consolidarse como microempresa. A Nicole le tomó más de un año y medio registrar su marca, el 'papeleo' fue otro desafío. 

“Cada papel cuesta dinero y tiempo, son muchas instancias a las que hay que recurrir para levantar un emprendimiento y el emprendedor, generalmente, lo que menos tiene es dinero y tiempo”, detalla Lourdes Serrano, directora general de Girls in Tech Ecuador.

  • La falta de oportunidad laboral otro motivo para emprender
Janina Corozo, de 43 años, trabaja con sus tres hijas en su puesto de comida.JUAN FAUSTOS

El hastío por los malos tratos de su exjefe y frustrada por un sueldo que no le permitía darse unas vacaciones con sus cuatro hijos, Janina Corozo, esmeraldeña de 40 años, renunció para abrir el restaurante de sus sueños. Hace cuatro años, su puesto de comida ‘La esquina de Jani’, ubicado en el Guasmo Sur, le regaló el tan anhelado regreso a su tierra verde.

“Nosotras tenemos que aprender a ser independientes, coger la batuta y saber que podemos superarnos y emprender”, reflexiona la apasionada por la gastronomía. Janina pertenece al 34 % de mujeres ecuatorianas que posicionan a este territorio como el país con más emprendedoras en América Latina, según una investigación de Global Entrepreneurship Monitor.

Aunque la cifra puede enorgullecer, no es más que el reflejo de la búsqueda de un sustento tras la falta de empleo, “muchas de ellas las han despedido de sus trabajos o han tenido que renunciar por la falta de flexibilidad que no les ha permitido tener una vida balanceada del rol de madre y laboral”, explica Arellano.

  • Ser madre, esposa y emprendedora
Karla González ha diseñado vestidos para Ruth del Salto entre otras famosas del Ecuador.JUAN FAUSTOS

Karla González, la ‘hada madrina de las novias’, palpó el sacrificio que se tiene que hacer para ver un negocio florecer cuando empezó su marca en la mesa del comedor de sus padres. La diseñadora de moda que ha vestido a personajes públicos del Ecuador, cuenta que aprendió a calcular con meticulosidad su tiempo para distribuirlo en sus tres facetas: mamá, esposa y emprendedora.

“Para mí lo más importante es mi familia, lo que más me interesa es tener un tiempo de calidad con ellos”, asegura. Karla G Atelier, le ha brindado a la guayaquileña, de 43 años, expresar su arte a través de la tela. La gratificación y felicidad que ve en los rostros de sus clientas cuando visten sus piezas le ratifica que la moda es su vocación.

El respeto hacia su trabajo y habilidad se lo ganó de a poco, luego de sobrepasar las miradas incrédulas de que una mujer ecuatoriana podría diseñar ropa de alta costura. “Yo quiero mostrar que aquí hay mucho talento”, señala.

Con los años, el índice de mujeres que llegan a tener éxito con sus negocios va incrementando; no obstante, las profesionales consultadas por EXTRA coinciden en que falta mucho para que existan cambios reales y profundos para que nazcan más emprendimientos “nosotras no somos minoría. Entonces, ¿por qué al menos no tenemos una paridad en la parte legislativa y empresarial?”, finaliza Serrano.