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Esta es la curiosa fobia de Donald Trump, que lo aleja del contacto físico
El magnate reveló en un programa que evita el contacto con cualquier persona, lugar u objeto que considere contaminado
Los resultados de las elecciones del 5 de noviembre en Estados Unidos han vuelto a colocar a Donald Trump en el punto de mira, reelegido como presidente. Este hombre, conocido por su trayectoria empresarial y política, es fuente constante de controversia.
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Desde sus inesperadas apariciones en la gran pantalla hasta las numerosas investigaciones por delitos graves en su país, su vida está llena de capítulos que tejen la trama de una figura extraordinaria.
Entre las revelaciones más interesantes sobre su persona, está el hecho de que padece de germofobia, una condición que él mismo hizo pública por primera vez en 1993, en un programa de radio.
¿Qué es la germofobia?
La germofobia, o misofobia, implica un temor desproporcionado a los gérmenes y la suciedad. En el caso de Trump, esta fobia es generalizada a la contaminación física, lo que le lleva a evitar el contacto con cualquier persona, lugar u objeto que considere contaminado.
Este miedo se refleja en su comportamiento diario; por ejemplo, es conocido por lavarse las manos con frecuencia y tener una obsesión por la limpieza.
Incluso en su libro ‘Trump: El arte del regreso’, el magnate explica esta condición y por qué prefiere evitar los apretones de manos. Sin embargo, ya sea por compromiso o para no ser mal visto por sus seguidores, Trump ha estrechado la mano de personalidades políticas como Emmanuel Macron, Barack Obama, Vladimir Putin y Kim Jong Un.
La vida cotidiana de Trump está influenciada por su miedo a la suciedad, pero particularmente cuando se trata de alimentos. Aunque existen muchas comidas y restaurantes que evita, ha declarado su preferencia por ciertas cadenas de comida rápida como KFC y McDonald’s, lugares que considera seguros.
Por esta razón, prefiere la carne bien cocida, ya que así se minimiza la posible presencia de bacterias. Sin embargo, según una investigación de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), esto incrementa significativamente, en un 70%, el riesgo de contraer cáncer.
Otra 'pequeña' precaución que toma Trump es llevar siempre su propio bolígrafo. Prefiere usar el suyo en lugar de los que le ofrecen en reuniones o eventos para evitar al máximo cualquier riesgo de contaminación.
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