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Conoce a los 'encartonados' de la Bahía
No es una banda delictiva, pero sí humorística. Es un trío de vendedores que se va de ‘joda’ en el corazón comercial de Guayaquil. Hacen bromas a sus ‘panas’; la más popular es la del cartonazo
Ariel León, vendedor de tecnología en la Bahía, no puede ni estar parado ‘echando lengua’ con sus ‘panas’, porque si está distraído, lo ‘encartonan’...
Así como lo lee, lo meten dentro de una caja, si da ‘chance’ lo tumban, le dan vueltas y hasta lo mojan.
El comerciante protagonizó uno de los videos que circulan en las redes sociales, el cual en una cuenta de Twitter tiene 70.8 k de reproducciones.
La broma fue cerca de su ‘camello’, fue frente al Malecón Simón Bolívar, antes de llegar a la calle Olmedo, en el centro de Guayaquil.
Pero... ¿quiénes son los ‘encartonados’? Sus nombres son Christian Cotapo, más conocido como Maña (aclara que lo bautizaron así no por andar en cosas chuecas, sino porque era mañoso al comer en su niñez); Javier ‘Salserín’ Sánchez y Héctor Pincay, también llamado el cholo Quétaro o cangrejero de la Caraguay.
Son mercaderes que ofrecen computadoras, electrodomésticos, entre otros artefactos. Trabajan de lunes a domingo. No tienen un sueldo fijo, solo ganan comisiones. “Hay días en los que no vendemos, pero como dice el dicho... no se gana, pero se goza”, menciona Maña, el mentalizador de los ‘encartonados’ y otras bromas como ‘la llamada’: finge que habla por teléfono y asusta a los transeúntes; también revienta un globo y grita... ¡cuidado! y la gente distraída sale ‘soplada’.
El vendedor señala que hace más de un año hacen lo del cartón, pero solo se la ‘aplican’ a las ‘llavecitas’ que andan despistadas; solo hombres.
Cargosos desde ‘pelados’
Maña y Salserín afirman que desde niños son ‘fregones’, que pasaban más en el rectorado de los colegios que en clases, siempre los citaban por relajosos. Eran los que le quitaban la silla a sus compañeros antes de que se sentaran... y ¡bum!, al piso.
Con ellos no se sabe si hablan en serio o en broma, pero sostienen que su humor es sano, son travesuras, no recurren a vulgaridades para atraer a la clientela (marketing criollo), sacar carcajadas y ‘barajar’ al estrés.
“Yo soy el que le ‘meto cerebro’ a esto. Ya estoy pensando en otras jugadas. Nos han intentado remedar aquí en la Bahía, pero no les sale. Y por el Mercado Central también, pero a ellos les cayeron a puñete porque no saben cómo hacerlo”, indica Maña, quien sueña con trabajar en un canal de TV y hacer reír al público.
Los ‘encartonados’ cuentan que les falta agarrar a ‘cara de guata’, ‘hermano diablo’, ‘al pavo’ y otros panas.
Recuerda que para hacerle la broma al youtuber Jorgito usaron una caja de dispensador de agua. “Tengo un ‘pana’ que el man es gordo, para él tengo que conseguirme un cartón de una refrigeradora de dos puertas”, dice Maña entre risas.
Johnny Gamboa, vendedor, afirma que la zona no sería la misma sin ellos, pues han llevado la alegría al ‘camello’ y les hacen olvidar de alguna preocupación.