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Los Caseritos: En Carapungo está la vendedora de los productos verdes
Su nombre es Piedad Hidalgo, lleva 28 años comercializando verduras en la capital de Ecuador
Para Piedad Hidalgo, lo más importante en su negocio es la frescura de los productos que ofrece a su fiel clientela. Esta mujer, que lleva guantes, una chompa y delantal azules, es una de las vendedoras más antiguas del mercado de Carapungo, en el norte de la capital.
“Vender requiere de mucha responsabilidad y amabilidad con las personas”, asegura, mientras acomoda las verduras que tiene en su espacio en este popular comercio norteño. Ella cuenta que mantiene la misma rutina que desde hace 28 años, tiempo que labora en este sitio.
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“Cuando iniciamos, tuvimos que tomarnos este terreno que antes era baldío para poder levantar el mercado. Desde ese entonces, siempre me he levantado a las tres de la mañana para ir hasta San Roque (centro de Quito) para comprar lo que comercializo”.
Piedad no se tarda demasiado en la compra y con camioneta alquilada regresa hasta Carapungo para acomodar las verduras. Ya a las 07:00, cuando el mercado abre sus puertas, la comerciante está lista para atender a su clientela.
Un esfuerzo diario
Piedad es cautelosa cuando habla de su vida personal, pero cuenta que se quedó viuda jovencita y a cargo de sus dos hijos. A la menor de ellos la cargaba en su espalda y al mayor lo llevaba de la mano al mercado. “Fue una época muy dura, pero logré mantenerlos. Hoy soy una orgullosa madre, pero también una cariñosa abuela de cuatro nietos”.
Ahora ella labora sola en su puesto, pero siempre está pendiente de los beneficios de cada una de las verduras y hortalizas que ofrece a los usuarios. Su intención no solamente es terminar con la venta del día, sino que la gente que la visita tenga una vida mucho más saludable.
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“Las personas me tienen mucho aprecio. Me gusta conversar y siempre ser muy amable. Es ahí cuando aprovecho para aconsejarles lo que pueden comer”, precisa. Ejemplo de ello es la zanahoria amarilla, que es vital e importante para las mujeres embarazadas porque les da energía.
Asimismo, la berenjena ayuda mucho a la reducción del colesterol y previene incluso enfermedades del corazón, dato que Piedad sabe de memoria, como buena vendedora que es.
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