Una “oveja descarriada” tiene desde hace cuatro años con los nervios de punta a la familia Gómez Bajaña. Uno de sus integrantes sería integrante de una organización criminal y por los delitos en los que estaría inmiscuido, sus parientes viven en zozobra y son hasta el ‘blanco’ de los delincuentes.

La madrugada de ayer les colocaron un explosivo en la puerta de su vivienda. La detonación, que además dejó otras cuatro casas afectadas, ocurrió a las 03:10 en la manzana 1110 del bloque 9 de Bastión Popular, noroeste de Guayaquil.

Una tía del adolescente de 17 años, a quien, al parecer, buscaban los integrantes de una banda contraria para ajustar cuentas, relató a este Diario que su sobrino ha sido detenido tres veces y que hace dos meses se escapó, pese a tener custodia policial.

“Es difícil admitirlo, pero mi sobrino se ha convertido en un dolor de cabeza, no solo para su madre, sino para toda la familia. Lamentablemente, se descarrió desde que tenía 14 años, ya no quería ir al colegio y las veces en que iba, se escapaba para juntarse con personas que andan en malos pasos. Era a él a quien buscaban. Recién en diciembre cumple los 18 y ya tiene historial”, contó con tristeza la allegada.

Todos estaban dormidos en la casa cuando se levantaron por el estallido. Pese a que ‘de una’ se asomaron por la ventana, no alcanzaron a ver quién colocó la bomba.

La familiar manifestó que por la detonación del artefacto, las ventanas y la puerta del domicilio de sus padres, donde habitan 12 personas, entre niños y adultos, salieron volando.

“Hemos tenido que poner la refrigeradora como puerta, ya no tenemos los vidrios de las ventanas. Estamos cansados de tanta violencia y que mi sobrino nos tenga en zozobra. Mi hermana y mi madre solo pasan llorando, ya no sé ni qué decirles para consolarlas”, manifestó la mujer, mientras observaba con pesar los estragos que dejó el atentado.

También contó que a su sobrino lo apodaron Matatán y que ha sido detenido dos veces por porte de arma de fuego y una por tenencia de droga.

El abuelo del muchacho también admitió conocer las andanzas de su nieto y aseguró que varias veces le ha suplicado que se aparte de las malas compañías. “Le hemos hablado, incluso la última vez se puso malcriado. Él vivió en esta casa hasta hace dos meses, en que se fugó”, dijo el adulto mayor.

otro estallido

Cuatro horas antes de este hecho, en el bloque 7, también de Bastión Popular, sujetos en moto arrojaron un artefacto explosivo en una casa. El estallido provocó la destrucción de los vidrios de cuatro ventanas y afectación en un vehículo.

El mayor Wilson Loaiza, jefe operativo del distrito Pascuales, indicó que en la casa donde dejaron el explosivo habita una mujer y que su conviviente se encontraba de visita cuando sucedió el ataque.

“En el segundo hecho, en el bloque 9, anteriormente estaba un ciudadano con arresto domiciliario, pero este se dio a la fuga, estaba detenido por tenencia de armas. Los dos artefactos fueron colocados para amedrentar. Solo ocasionaron daños materiales”, sostuvo.