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Fiebre amarilla: ¿Qué la causa, cuáles son sus síntomas y cómo se previene?
En Ecuador hay un "caso aislado" de fiebre amarilla, según autoridades. Conoce qué es, cómo se transmite y por qué la vacunación es clave
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por mosquitos infectados, que afecta tanto a humanos como a algunos primates. Se encuentra principalmente en regiones tropicales de América del Sur y África, donde los brotes pueden representar serios problemas de salud pública. A pesar de su nombre, no siempre causa ictericia (color amarillento de la piel y ojos), aunque este es uno de los síntomas más característicos en los casos graves.
(Mira también: Se registra un caso de fiebre amarilla en Ecuador ¿Existe un brote?)
En Ecuador, el Ministerio de Salud Pública confirmó este jueves, 24 de abril de 2025, que se registró un caso de fiebre amarilla en Zamora Chinchipe. Se trata de un paciente de 26 años, oriundo de Loja y cuyo diagnóstico fue verificado tras procesos clínico y epidemiológico.
El virus que provoca la fiebre amarilla pertenece al género Flavivirus y se transmite principalmente por la picadura de mosquitos del género Aedes y Haemagogus. Según detalla el sitio web del Ministerio de Salud argentino, “la fiebre amarilla es una enfermedad viral grave, que se transmite a través de la picadura de ciertos tipos de mosquitos que han picado previamente a una persona o a un mono infectado”.

De acuerdo con Medline Plus, un sitio oficial del Gobierno de Estados Unidos, una vez que una persona se contagia, los síntomas suelen comenzar entre 3 y 6 días después de la picadura del mosquito. La enfermedad se presenta en dos fases: la inicial puede incluir fiebre, dolor muscular (sobre todo en la espalda), dolor de cabeza, pérdida de apetito, náuseas o vómitos. En muchos casos, los síntomas desaparecen después de 3 o 4 días. Sin embargo, en aproximadamente el 15 % de los pacientes, la enfermedad entra en una segunda fase más tóxica, que puede incluir ictericia, hemorragias, insuficiencia hepática y, en casos severos, la muerte.
¿Cómo se puede prevenir la fiebre amarilla?
La prevención de esta enfermedad se basa principalmente en la vacunación. La vacuna contra la fiebre amarilla es segura, eficaz y ofrece protección de por vida con una sola dosis. Es especialmente recomendada para personas que viajan o viven en zonas de riesgo. La Organización Mundial de la Salud y los ministerios de salud locales recomiendan su aplicación al menos 10 días antes del ingreso a áreas endémicas.
Además de la vacuna, es importante adoptar medidas para evitar las picaduras de mosquitos, tales como:
- Usar repelentes con DEET o icaridina
- Dormir con mosquiteros o en habitaciones con aire acondicionado
- Usar ropa de manga larga y pantalones largos, especialmente durante el día
- Eliminar criaderos de mosquitos, como recipientes con agua estancada
Aunque no existe un tratamiento específico para la fiebre amarilla, la atención médica adecuada puede mejorar significativamente el pronóstico. El tratamiento consiste en aliviar los síntomas y brindar apoyo general al paciente, especialmente en la etapa más grave de la enfermedad.
La fiebre amarilla es prevenible, y la herramienta más eficaz sigue siendo la vacunación. En muchos países, incluso es un requisito para el ingreso si se proviene de regiones donde esta enfermedad es endémica. Por ello, estar informado y protegido puede marcar la diferencia.
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