No hay rebajas. En los últimos minutos de la jornada, en la popular 18, el barrio de tolerancia de Guayaquil, el ‘cuerpeo’ cuesta las mismas 15 ‘latas’ que a cualquier hora, dicen las sexoservidoras Catalina y Mercedes.

Antes del cierre del establecimiento, a las 20:00, el cansancio también afecta a las chicas, pero ellas aseguran que igual tratan ‘bien bonito’ a los clientes. Eso es ‘sagrado’.

La última hora del día se hace sentir. “Las piernas duelen”, dice Catalina. Es el efecto de estar paradas por horas.

Lo bueno es que la noche es más fresca. La brisa circula entre quienes se pasean por fuera del centro de diversión de adultos para examinar de pies a cabeza a las chicas.

“Ya nos queremos ir, pero también depende de cómo nos haya ido. Hay días buenísimos y una sabe que hasta lo último llegan clientes, ¡debemos aprovechar! Pero otras veces es ‘turro’ y en la media hora final nos empezamos a cambiar. Otras se van antes”, cuenta Cata.

El billete manda. Si hay suficiente en la cartera complacen a los pies hinchados del agotamiento y se retiran.

La música sobrevive hasta que le ponen candado a las puertas. De fondo suena alguna salsa vieja, pero sabrosa. También bachatas y rocoleras.

'DULCES' Y 'SALADAS'

Mercedes cuenta que a la salida de la 18 entre todas se van ‘fregando’. La que hizo harta plata es la ‘dulce’ y la que se queda hasta el baldeo tratando de captar clientes es ‘salada’. Todo en son de broma.

A esa hora empieza el desfile de carros. Las van a recoger en taxis o vehículos particulares. Otras se marchan a ‘pata’.

A veces se quedan ‘comadreando’ un rato afuera. “Hay días que nos vamos a comer algo cerca o a tomarnos unas cervezas entre nosotras. También necesitamos un rato de esparcimiento”, dice Meche.

ESTÁN MENOS ‘PELEADAS

Para Luis, usuario frecuente, lo chévere de esa hora es que hay menos clientes queriendo entrar con las chicas. “En el día hay muchachas muy solicitadas, pero faltando poco para el cierre suelen estar más libres”, indica.

También le gusta ese horario porque hay menos ‘sapos’. La zona ya no es tan concurrida y es poco probable toparse con un conocido.

Con los clientes sucede algo interesante. Así como hay unos que llegan a pegarse su respectivo ‘cuerpeo’, otros van por quitarse el estrés laboral y las preocupaciones diarias.

Brenda Rentería, presidenta de la Asociación de Bares y Centros de Diversión, cuenta que, por ejemplo, los viernes y sábados hay unos que solo llegan a tomarse unas ‘heladitas’ entre ‘panas’.

Van entre amigos para celebrar el cumpleaños de alguien de la ‘gallada’. Por eso también se les ofrece bailecitos sensuales en los locales.

Pero claro, en el popular centro del placer guayaquileño nada está escrito en piedra. Otros ‘caen’ cualquier día para disfrutar con una de las chicas. También ocurre que hay quienes ‘asoman’ entre lunes y jueves, porque ya los viernes y sábados van a ‘caleta’ para aplicar la de ‘mandarina’.

Marcos, otro cliente, comenta entre risas que los viernes, peor si es en quincena, es sospechoso llegar tarde al hogar. La ‘ñora’ le hace ‘pito’.

Por eso prefiere ir el miércoles, aunque en ocasiones va un viernes que no caiga en día de pago para pasar de ‘agache’.

Así se ‘vacila’ el ‘baldeo’ en la ‘6X3’, que solo descansa de su habitual calentura los domingos en que no se abre.