Alrededor de 15 casquillos de bala, calibre 9 milímetros y 2.23 pulgadas, además de una alimentadora con municiones sin percutir, son parte de las evidencias que se analizan en el crimen del agente de tránsito Bryan Eduardo Sánchez Correa, atacado al salir de un gimnasio, la noche del viernes 18 de octubre de 2024, en Machala, provincia de El Oro.

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El jefe local de la Policía, Jacobo Pinchao, informó que el ataque fue dirigido específicamente contra Sánchez Correa, de 35 años, quien trabajaba en la Agencia Civil de Tránsito de Machala desde hace cinco años.

Tras el crimen, un escalofriante lamento desgarró el silencio de la noche: "Qué te hicieron mi hijito", gritó una mujer y se aproximó al cuerpo de Bryan Sánchez Correa,  que yacía acribillado  en las calles Vela, entre Rocafuerte y 25 de Junio, en el centro de Machala, El Oro.

El hombre, según los datos que manejan los investigadores, se aprestaba a abordar su vehículo, cuando una camioneta blanca se le aproximó. De esta bajaron cuatro hombres armados con fusiles y pistolas, quienes le dispararon sus armas de fuego. Los balazos impactaron a la víctima que intentó correr.

Los asesinos, tras perpetrar el crimen, huyeron en dirección a Puerto Bolívar, dejando tras de sí un escenario dantesco y a una comunidad consternada. Las autoridades encontraron en la escena del crimen una alimentadora con municiones, lo que sugiere que el ataque fue planificado.

La  muerte de  Bryan Sánchez se suma a la de otros dos agentes civiles asesinados en la ciudad de Machala, en meses pasados, generando una profunda preocupación por la escalada de violencia en la ciudad. Las otras víctima fueron  Kevin  Benítez Lituma y Amilkar Chalaco Chuncho.

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