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La penosa realidad de pescadores de los puertos peninsulares
Algunos artesanos prefieren no salir a laborar en el mar por temor a ser atacados
El asesinato del pescador José Fermín Santana, de 25 años, ocurrido el jueves6 de junio de 2024, causó indignación e impotencia en cientos de personas que se dedican a la actividad pesquera en los puertos peninsulares.
Santana, junto a otros tres miembros de su familia, fue atacado a diez millas náuticas del puerto pesquero de Anconcito. Ellos zarparon en la madrugada para pescar merluzas. Pero ya en alta mar, cinco sujetos en una lancha los interceptaron y robaron motores, GPS y la pesca que tenían. No contentos con eso, les dispararon porque los artesanos intentaron escapar.
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Los otros lesionados son: José Alberto Santana, de 22 años, quien recibió un disparo en el tórax; Juan Marcos Reyes Santana, herido en la espalda, y José Urbano Santana, de 66 años, quien fue herido en su pierna. “Esos malditos ni al abuelo respetaron”, comentó una de las parientes.
TEMOR EN LOS PUERTOS
Este reciente ataque a los pescadores refleja lo que están viviendo. “Ya estamos cansados de ser extorsionados. No se puede denunciar, porque si se enteran de que has dicho algo te mandan a matar”, comentó un artesano que prefirió no identificarse.
Por temor, muchos pescadores han dejado la actividad pesquera para evitar ser chantajeados por los antisociales, que a pocas millas de los puertos ya los acechan.
En un estudio denominado ‘Caracterización del crimen organizado en Santa Elena’, efectuado por un Observatorio Ciudadano en los puertos pesqueros Santa Rosa, Anconcito y Chanduy, considerados los más grandes de Santa Elena, se revela que entre el 70 y 80% de sus pescadores pagan las ‘vacunas’ para poder laborar.
Luis González es otro pescador que no soportó la persecución. “No se puede trabajar así, lo poco que uno gana debe repartirlo con los malandros. Yo no les di ni un dólar”, dijo el hombre, a quien le robaron en cinco ocasiones.
EN PUERTO PEQUEÑOS
A más de someter a los artesanos de Santa Rosa, Anconcito y Chanduy, en los últimos meses las bandas criminales también se han ensañado con los pescadores de los puertos pequeños: Palmar, Jambelí, Ayangue y San Pedro, en donde cada semana se reportan atracos en el mar.
En Jambelí, el pasado 28 de marzo fue asesinado el pescador Luis Gonzabay, de 33 años, por oponerse a un atraco. La semana pasada pescadores de Ayangue y San Pedro también resultaron heridos por un ataque en alta mar.
LOS INVOLUCRAN EN ACTIVIDADES ILÍCITAS
Para el experto en seguridad Carlos Orbe, el perfil costero de Santa Elena se ha convertido en área propicia para las bandas criminales que han sometido a pescadores en labores ilícitas como narcotráfico, traslado ilegal de combustible y contrabando. “A los que no acceden en estas actividades les cobran las ‘vacunas’”, dijo.
En la cooperativa pesquera de Santa Rosa reposan 6.000 denuncias con evidencias que han presentado a las autoridades desde el 2014, pero “ninguna ha sido resuelta”, indicó un dirigente pesquero.
Mediante boletines de prensa, la Capitanía del Puerto de Salinas asegura que diariamente salen a los patrullajes navales en todos los puertos peninsulares. Pero los pescadores los desmienten.
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