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Esmeraldas: Los últimos minutos de un joven que fue baleado
La víctima ensangrentada suplicó para que lo trasladen a un hospital, lamentablemente la herida fue mortal
Sigifredo Quiñónez, un conocido creador de contenidos de Esmeraldas, estaba a punto de emprender su jornada cuando el destino lo colocó en el centro de una escena desgarradora. Un joven herido y desesperado le pidió auxilio. Era Diego Angulo Valverde, de 32 años, cuya vida pendía de un hilo tras ser alcanzado por una bala mientras trabajaba en la construcción de su futuro hogar. El balazo interrumpió la tranquilidad en el barrio La Primavera
Con la sangre tiñendo sus manos, Diego imploró a Quiñónez que lo trasladara al hospital más cercano. Sin titubear, el hombre y su hijo acogieron al moribundo en su vehículo, iniciando una carrera contra el tiempo para salvar una vida que se desvanecía con cada segundo que pasaba.
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“Cuando vi a Diego con la mano en su abdomen y la sangre empapando su ropa, supe que tenía que actuar rápido. No había tiempo que perder. Mientras conducía al hospital, mi hijo y yo oramos por su vida, pidiendo un milagro”, relata Quiñónez.
El trayecto se convirtió en un santuario móvil, donde las oraciones resonaban con la fuerza de la fe. “La sangre de Cristo tiene poder, en el nombre de Jesús, sálvalo Dios padre”, clamaban padre e hijo, mientras Diego luchaba por mantenerse consciente.
A medida que se acercaban al hospital Delfina Torres de Concha, la situación de Diego se tornaba crítica. Quiñónez, aferrándose a su fe cristiana, inició la oración de fe, invocando las palabras sagradas que hablan de redención y salvación. Preguntó a Diego si se arrepentía de sus pecados, a lo que el joven, con su último aliento, afirmó antes de sucumbir.
Al llegar al hospital, los paramédicos se apresuraron a llevar a Diego al quirófano, pero el destino ya había escrito el final de esta historia. La bala había causado daños irreparables, y Diego falleció debido a una hemorragia interna, dejando atrás sueños y promesas incumplidas.
Media hora después de haber ingresado al hospital se confirmó su lamentable deceso. “Recibimos a Diego en condiciones críticas. Hicimos todo lo posible por salvarlo, pero lamentablemente, sus heridas eran demasiado graves,” comparte un paramédico que prefirió mantenerse anónimo.
Quiñónez, movido por su fe, cree que fue un instrumento divino en los últimos momentos de Diego, quien había regresado de Latacunga con la esperanza de comenzar una nueva vida en Esmeraldas. Sin embargo, la muerte lo sorprendió y una comunidad quedó con tristeza.
“Diego era un hombre lleno de sueños y esperanzas. Había regresado de Latacunga con el deseo de construir un mejor futuro para su familia aquí en Esmeraldas. Su muerte nos ha dejado un vacío inmenso,” dice un familiar, con la voz quebrada por el penoso momento.
Investigaciones de la policía
La comunidad cristiana de Esmeraldas se ha unido en oración y apoyo a la familia de Diego. La fe ha sido un pilar para muchos durante este difícil momento, encontrando consuelo en la creencia de que Diego fue recibido en un lugar de paz y amor eterno.
La Policía investiga si se trató de un intento de robo o si Diego talvez estaba siendo amenazado o extorsionado. Esas son las dos hipótesis que se barajan hasta el momento.
Lo único que se sabe es que moradores del sector La Primavera vieron a dos hombres huir del sitio segundos después de escuchar el disparo.
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