Tres días antes de ser baleado en el centro de Esmeraldas, el concejal Jairo Olaya Ordóñez habría sido amenazado de muerte, pero no le prestó atención y continuó con sus actividades regulares.

“En el Municipio hay muchas personas amenazadas, la mayoría por ‘vacunas’. Por eso la gente trabaja con temor, algunos hasta quieren renunciar para no exponerse”, aseguró una fuente cercana al concejal y a la Alcaldía de Esmeraldas.

Esta amenaza, aparentemente recibida vía telefónica, es el punto de partida de las investigaciones policiales en torno al ataque que sufrió el edil la mañana del 13 de junio de 2023.

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Por los análisis a los videos de las cámaras de seguridad del sitio del ataque serían tres los gatilleros que le hicieron ‘cacería’ a Olaya en el exterior de una radio local de Esmeraldas, donde lo entrevistaron. Así lo confirmó el coronel Edwin Campoverde Montesdeoca, jefe del Distrito de Policía Esmeraldas.

“El campanero está en los exteriores de la radio desde que el concejal entra a dar la entrevista. Seguramente lo venían siguiendo desde su casa y esperaron a que salga del medio de comunicación para dispararle”, indicó Campoverde.

El tipo que estaba solo en moto sería quien avisó a los otros dos sujetos motorizados cuando Olaya salió del medio de comunicación y se subió en su auto con dirección a otra radio.

Cuando se desplazaba por las calles Rocafuerte y Sucre le dispararon. En el sitio, los agentes hallaron 9 indicios balísticos de un arma 9 milímetros.

El ministro del Interior, Juan Zapata, dijo que “por ahora no hay mucho que decir sobre el caso porque está en investigación”.

El herido fue llevado al hospital Delfina Torres de Concha, en el sur de Esmeraldas, donde le brindaron las primeras atenciones. Un familiar de Olaya dijo a EXTRA que él estuvo consciente en todo momento mientras fue atendido y estabilizado.

Después, en una ambulancia del Cuerpo de Bomberos de Esmeraldas, lo trasladaron a una casa de salud en Quito. Personal que asistía al paciente hizo una parada en el hospital Gustavo Domínguez, en Santo Domingo de los Tsáchilas. Permanecieron aproximadamente media hora antes de continuar el viaje a la capital.

Durante el traslado el paciente no presentó complicaciones y su cuadro fue estable. Sin embargo, su pronóstico sigue siendo reservado.

El traslado de Olaya se realizó con un fuerte resguardo entre policías y miembros de la seguridad privada del Municipio de Esmeraldas. 

En entrevistas pasadas, Jairo Modesto Olaya se ha definido como “económicamente exitoso”, pues desde pequeño tuvo espíritu emprendedor. Se escapaba de su casa para ir a vender golosinas en la calle y tener su propio dinero. Un compañero de clases recuerda que Jairo hacía bolos y los vendía a sus compañeros.

Su familia se opuso a sus iniciativas como emprendedor; especialmente su papá Modesto Olaya Estupiñán, profesor jubilado, quien no concebía que su hijo anduviera en las calles. (LCh)

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