Dana, la niña de ocho años que estaba desaparecida desde el 1 de febrero de 2024 y fue hallada sin vida quince días después, ya descansa en el camposanto de Riobamba, provincia de Chimborazo, pero aún no se han resuelto las interrogantes sobre lo que le habría ocurrido.

Lo que se tiene claro es que a la pequeña estudiante alguien le quitó la vida, pues la autopsia reveló que su muerte se produjo por asfixia por sofocación y que posiblemente el ataque ocurrió entre cuatro y siete días antes de que su cuerpo fuera hallado.

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Ahí surgen las dudas: ¿quién la asfixió?, ¿quién metió a la niña en la cisterna?, ¿cuántos involucrados hay tomando en cuenta que las dos personas sospechosas estaban detenidas?, ¿cómo se hizo esto en la casa en que vivía la niña sin que los demás ocupantes se dieran cuenta?

El caso ha causado conmoción nacional y, a través de redes sociales, la gente solicita celeridad y justicia por lo sucedió a la niña. “Todavía no puedo entender cómo la misma familia puede estar detrás de este horrendo suceso, existe maldad...”, manifestó Milton Aguirre.

La noche del viernes 16 de febrero cuando se realizó el levantamiento del cadáver, gente indignada se aglomeró afuera de la vivienda para exigir a gritos que se resolvieran las interrogantes que hay en este caso.

El teniente coronel Fabián Baldeón, subcomandante de la subzona policial Chimborazo, salió a calmar los ánimos y ante las dudas dijo: “estamos trabajando, se van a realizar varias pruebas nuevas a la vivienda, incluso pruebas de luminol”.

De estas nuevas pericias realizadas todavía no se conocen los informes, pero hasta la fecha no se ha vinculado a alguien más al caso, que ahora se investiga por la muerte de la niña.

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En este suceso, fue la propia madre quien identificó el cadáver, pues los familiares paternos la llamaron y le contaron que un mal olor había llamado su atención y que por eso habían decidido revisar la cisterna, lo que los llevó a descubrir una ropa. Cuando la progenitora verificó, vio que había un cuerpo y la reconoció.

Según Mónica Bonilla, representante de la Defensoría del Pueblo que acompaña en la investigación, destacó que el reporte ampliado de la necropsia estaría listo en aproximadamente una semana. “El informe pormenorizado, detallado y por escrito nos han indicado que se entregará en ocho días”, dijo.

Las investigaciones avanzan. La Fiscalía tiene 90 días para reunir más elementos de convicción. De las primeras diligencias existen dos detenidos que son el padre y una prima de la niña, considerados principales sospechosos. En la audiencia, cuando la mujer dio su versión, involucró al progenitor de la estudiante, aunque, extraoficialmente, se conoce que él lo negó. No ha existido un pronunciamiento oficial.

La niña habría desaparecido desde su casa, en Riobamba, el jueves 1 de febrero, pasadas las 18:00. Al principio se dijo que la menor habría ido a la tienda y, según la madre, la buscaron por todos lados.

Familiares y compañeras de la estudiante, con sus padres, participaron de plantones y marchas pidiendo la localización.

La Fiscalía activó la alerta Emilia y el caso tuvo un giro radical, cuando hallaron el cadáver en la casa. La Policía continúa con las investigaciones, analizando indicios con pericias técnicas. Los resultados se manejan de forma reservada.

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