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Comerciantes encienden la esperanza con generadores ante los apagones en Latacunga
Las soluciones que están adoptando unos expendedores para superar la crisis energética que se vive en todo el país
Los cortes de energía de hasta 14 horas diarias en la ciudad de Latacunga, provincia Cotopaxi, han obligado a unos comerciantes a implementar medidas alternativas para mitigar las crisis.
En el mercado de El Salto unos vendedores han invertido recursos para seguir operando y dar un buen servicio. María Abrahán, quien vende víveres, explicó que ella y otros comerciantes adquirieron un generador de energía que funciona con gasolina. “Cada semana ponemos una cuota para comprar el combustible y el aceite necesarios”, contó.
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“A los clientes les incomoda venir a comprar en la oscuridad", sostuvo Alexandra Martínez, quien vende flores en el primer piso del mercado y según ella por la falta de apoyo "nos ha llevado a comprar generadores eléctricos con nuestro propio dinero. Si los cortes continúan, tendremos que organizarnos y poner cuotas para adquirir combustible y mantener el mercado operativo", señaló la mujer.
En el sector de venta de pollos, Fanny Moreno, quien no puede costear un generador, ha colocado focos recargables que duran unas pocas horas para mantener iluminado su puesto. Según relató, la oscuridad ha sido aprovechada por personas malintencionadas que intentan pagar con billetes falsos, como le sucedió el lunes 28 de octubre, de lo que pudo darse cuenta a tiempo. Ella sostuvo que enfrenta el riesgo de pérdidas ante la falta de recursos para comprar un generador.
Paneles solares, otra alternativa para tener energía
Ante la inestabilidad en el suministro de energía, Gabriel Espinosa, dueño de un restaurante especializado en comida peruana y ecuatoriana, decidió adoptar una solución sostenible: instalar paneles solares.
A inicios de los cortes de electricidad, Espinosa se vio obligado a operar con generadores, lo cual le generaba un gasto significativo. “En la primera semana de cortes gastamos cerca de 60 dólares semanales en combustible para mantener el restaurante funcionando. Entonces, buscamos una alternativa con energía fotovoltaica", explicó.
En la búsqueda de una solución, optaron por firmar un convenio con una empresa privada para tener electricidad sin interrupciones. Este proyecto que comenzó hace un par de semanas le ha permitido al restaurante mantener un ambiente de trabajo sin ruido ni contaminación, algo que los clientes han notado y valorado.
Además, este lugar puede ser utilizado como un coworking, lugar donde los ciudadanos pueden seguir con su trabajo y aprovechar la energía de los paneles solares, mientras consumen los platillos que se ofrecen.
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