Lo que sería un momento de esparcimiento se convirtió en horas de sufrimiento y angustia para cuatro integrantes de una familia cuencana.

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Las víctimas salieron con destino a Yunguilla, en Santa Isabel, la noche del sábado 30 de noviembre, pero su objetivo nunca se cumplió. En la vía, en el sector de Santa Ana, fueron interceptados por al menos tres vehículos y hombres fuertemente armados.

El fiscal de Azuay, Leonardo Amoroso, detalló que los malhechores obligaron al conductor a bajar y abordar una camioneta roja, mientras que sus dos hijos (una joven y un menor de edad) y el enamorado de ella fueron llevados hacia otro lugar.

Tras la alerta de este hecho, la Policía Nacional habría tomado acciones e identificó a varios de los automotores, iniciando una persecución. En medio de la persecución, también se registró una balacera y cuando ya no pudieron seguir huyendo, los malhechores abandonaron el automotor con las tres víctimas a bordo.

En tanto, el paradero del padre de la joven y menor de edad recuperados se desconocía hasta que logró tomar contacto con emergencias. Amoroso explicó que el ciudadano se habría liberado luego de enfrentarse con sus captores y que estos le propinaran un disparo en la pierna. "Según versión del ciudadano, en medio del enfrentamiento logró salir del vehículo y esconderse entre los matorrales. Luego habría llegado a una vivienda y pidió ayuda", puntualizó el fiscal.

Además, se conoció de la detención de tres sospechosos que fueron identificados por las víctimas y recibieron prisión preventiva por estar en flagrancia de los hechos. El caso se mantiene en investigación para determinar a más integrantes de esta organización delictiva.

Más casos en Cuenca

El secuestro de esta familia no es el primero que se registra en Azuay. En Cuenca también fueron secuestradas seis personas (cuatro hombres y dos mujeres) y fueron obligadas a entregar sus tarjetas bancarias y todo el dinero que disponían. 

Los hombres fueron liberados, tras varias horas de permanecer retenidos, en una zona alejada de Soldados, en San Joaquín, y recibieron ayuda de guardabosques que combatían incendios forestales. Las dos mujeres que también fueron secuestradas permanecieron bajo el poder de sus captores por tres días hasta que fueron liberadas en El Cabo, en el cantón Paute. Este caso también está siendo investigado en la Fiscalía de Azuay.

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