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Opinión
Prever y no lamentar: juguetes y explosivos
El país y la ciudad ya están inmersos en la inminencia de las festividades de Navidad y fin de año. Por eso es preciso tener presente que en estos tiempos es cuando la sociedad y las personas, que tienen relación con juguetes y explosivos recuerden que con ellos también hay accidentes y mucho peligros.
Aún persiste la fabricación de juguetes con pinturas y químicos, como óxidos de plomo, tetraetilo, estaño, cobre, arsénico, antimonio, bismuto, cadmio y sodio, etc. Estos materiales producen daños al cerebro, al sistema nervioso y crean dificultades de aprendizaje. Todo esto afecta a la seguridad y vida de niños y adolescentes. Por esto hay que tener mucho cuidado en su compra.
La OMS viene alertando sobre el uso de dichas sustancias dañinas para la salud.
También a pretexto del libre mercado y libertad de trabajo circulan diferentes juegos pirotécnicos y explosivos peligrosos como: voladores, petardos, silbadores, diablillos, camaretas, tumba casas, etc., hechos de manera artesanal que producen accidentes, heridas y mutilaciones cada año. En el 2017 fueron 89 casos en Guayaquil y más de 500 en el país. Por eso antes de que lleguen a producirse graves efectos en niños, jóvenes y adultos es necesario que las autoridades controlen hoy su compra y uso.