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Opinión
Editorial: Entre lo virtual y lo real
La brecha entre lo que se muestra y lo que realmente ocurre es cada vez más evidente
Los líderes o autoridades principales de las ciudades y del país transitan con soltura por dos vías: la calle dura, calurosa y llena de cuentas pendientes, y la digital, donde son fieras desafiantes, bonachones, carismáticos, bromistas y hasta proyectan una imagen de seres perfectos. Esto último, nada mal para estar a tono con las tendencias, pero cuando se confunde todo y aquella herramienta virtual es utilizada para, con tomas editadas y manipuladas, vender un escenario de prosperidad y de obra pública, mientras en la realidad todo se cae a pedazos, se corre el riesgo de crear una desconexión profunda entre la imagen y las verdaderas necesidades de la ciudadanía.
La brecha entre lo que se muestra y lo que realmente ocurre es cada vez más evidente, y esa distancia puede generar desconfianza y frustración entre quienes esperan soluciones reales, no solo espectáculos virtuales.
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