Siguiendo el ciclo político de los dos partidos más poderosos de los Estados Unidos, y que se alternan cada cuatro años el poder de la Casa Blanca, en las elecciones llevadas a cabo la semana pasada, el demócrata Joe Biden superó en porcentaje de votos que le dio la mayoría, y que fue elegido como el nuevo presidente del país más poderoso del mundo, sustituyendo así al republicano Donald Trump, quien había reemplazado a Obama y pretendía ser elegido nuevamente para gobernar hasta el año 2025. Además, por primera vez en la historia norteamericana una mujer será la segunda magistrada del país, la compañera de binomio de Biden, Kamala Harris, de origen afroamericano.

Los candidatos, que fueron declarados triunfantes el sábado 7 de noviembre pasado, hicieron ya sus primeras declaraciones señalando que gobernarán en pro de la unidad nacional sin distinción y sin importar quiénes fueron los que apoyaron y los que no lo hicieron.

El derrotado Donald Trump, sin embargo, no ha querido reconocer que ha perdido y ha declarado ser víctima de un fraude electoral, pidiendo que se vuelvan a contar cada uno de los votos, los virtuales y los presenciales y también los que fueron enviados antes de las elecciones. ¿Qué se decidirá al respecto?