El viernes 17 de noviembre era el día en el que, por tercer año consecutivo, se tenía programado realizar el simulacro de terremoto en Guayaquil. Pero la mañana nos sorprendió, siendo las 08:20 tembló la tierra fuertemente con epicentro en el golfo de Guayaquil, causando temor entre la población, que en los últimos años ha sufrido con mayor frecuencia este tipo de hechos que más de una vez han dejado el saldo trágico de muertos y heridos, como sucedió hace pocos años, especialmente en las provincias de Manabí y Esmeraldas.

La cultura de planificación y prevención ante eventos naturales no ha sido una constante en nuestro país. Es por ello que la ejecución de simulacros resulta una novedad o la oportunidad para algunos elementos inescrupulosos de generar información falsa y aupar la incertidumbre a través de las redes sociales.

Pero lo cierto es que los ensayos o simulacros de emergencia y evacuación son ejercicios de vital importancia para preparar, concientizar y enseñar a la población cómo actuar en casos de ocurrencia de algún desastre.

Aquí radica la importancia de apoyar, prestar atención y participar de estas iniciativas.

Es importante que las entidades encargadas, como la Secretaría de Gestión de Riesgos, establezcan un cronograma anual de simulacros que se ejecuten a nivel nacional invitando a la población a participar activamente, así también que en cada ciudad o cantón sus habitantes identifiquen puntos de encuentro y zonas de seguridad.

Empecemos a construir juntos la cultura de la prevención. Es muy importante estar preparados e informados para saber actuar en un momento dado.