Por segunda ocasión, desde su fundación en el año 1973, el Ecuador decide dar por concluida su permanencia en la Organización de Países Petroleros (OPEP), tras doce años de haber coincidido con los planteamientos de los miembros del organismo y fue justificada por el gobierno nacional afirmando que de esta manera se suma a otras medidas con las cuales se podrá sostener la estabilidad de las finanzas públicas del país.

En 1992 se produjo la primera ruptura al considerar el gobierno de Sixto Durán-Ballén, que siendo el Ecuador un país de no tan grande producción del oro negro, no podía tener influencia alguna para las decisiones del organismo. El retorno se produjo en el 2007, bajo la presidencia de Rafael Correa, por podido del entonces mandatario venezolano Hugo Chávez, coincidiendo ambos gobiernos con las políticas del Socialismo del Siglo XXI.

Como integrante de la OPEP el Ecuador debía producir diariamente hasta 530 mil barriles. Esta postura del gobierno ecuatoriano se habría dado sobre todo para procurar el firme apoyo del gobierno de los EE.UU. que es el principal socio comercial de nuestro país. Oficialmente se indicó, además, que esta medida no traerá a futuro efectos negativos para el Ecuador.