Estas dos últimas semanas las compras y ventas tienen un notorio incremento. Los mercados, almacenes, centros comerciales, la ‘bahía’, etc., son lugares en los que se aprecian actividades más numerosas. Es que, como bien reza el adagio y la tradición: “Los ecuatorianos siempre dejamos todo para el último”... En efecto, los sitios de venta de juguetes, electrodomésticos y diferentes comercios experimentan una rutina de mayor intensidad.

Los ciudadanos que asisten a ellos buscan adquirir, al contado o a crédito, los productos que requieren y los objetos que van a regalar. No hay sitio en la ciudad donde el comercio no sea intenso y masivo. El número de los compradores que ya han recibido su décimo tercer sueldo aumenta las actividades de todos. Esto lo saben y lo conocen muy bien los delincuentes, quienes se especializan en robos, estruches y asaltos.

Por eso, las autoridades han reforzado la vigilancia y más policías recorren y circulan por esos lugares. Sin embargo, lo fundamental tiene que ver con los ciudadanos. Estos son quienes deben tener mayores precauciones para no ser víctimas de quienes aumentan su acción delincuencial.

Tener mayor y continuo control de autovigilancia es lo recomendable, y lo que sugieren las autoridades policiales en este tiempo.