Se acerca la fecha en la cual se deberán inscribir las listas para las diversas dignidades de elección popular a llevarse a cabo en el país en marzo del año próximo. EI tiempo vuela. No existe emoción en la ciudadanía por este nuevo evento electoral. Se afirma, por parte de quienes manejan encuestas, que la desidia popular es muy generalizada.

Esta actitud del pueblo tiene su razón de ser. Hay desencanto en grandes mayorías populares a consecuencia de los procedimientos corruptos y “mafiosos” de los políticos de la “ época ganada”, quienes se sirvieron del poder que les entregó el pueblo para satisfacer sus ansias de enriquecimiento doloso, lo que ha significado que algunos de quienes llegaron al gobierno ahora estén presos, enjuiciados penalmente, exiliados, prófugos...

Ante un panorama así de lóbrego la gente tiene razón para dudar de los que nuevamente les ofrecen el oro y el moro para después irse con el santo y la limosna.

Por eso, la sociedad debe reaccionar y exigir que se le presenten candidatos con un pasado de servicio a la comunidad, con páginas limpias a lo largo de sus vidas, con experiencia y conocimientos sólidos de lo que van a hacer en los puestos a los que aspiran llegar. Solo así se podría evitar los engaños por parte de artistas, de “payasos”, de advenedizos que nada conocen en relación con los cargos a los que se promueven.

Alguna vez la sociedad debe comprender que ella misma es la causante de su propia suerte. (BLC)