El señor presidente Lenín Moreno empezó su período con un discurso conciliador, fresco, con una mejor y nueva forma de gobernar, que gustó y tranquilizó a mucha gente en nuestro país.

Pero han pasado ya cinco meses, y esta vez ya conociendo las medidas económicas y presupuesto del 2018 prácticamente seguimos por el mismo rumbo. Emisión de bonos por más de USD 4.500 millones para seguir cubriendo huecos fiscales y continuamos con la misma, exacta burocracia. Casi quebradas las compañías administradas por el Estado y todos los ecuatorianos pagamos los millonarios déficits, de las mal manejadas TAME, GAMA TV, TC Televisión y otras. Obras mal realizadas, con un incremento irracional en lo presupuestado, con un sinnúmero de problemas, pero nadie es el responsable, parece que fantasmas firmaron, fiscalizaron y ejecutaron cientos de obras, con un sinnúmero de problemas y evidentes malos manejos.

Señor presidente Moreno, la única forma de mejorar el déficit fiscal es reducir la carga burocrática que infló absurdamente el Estado, mejorar esas leyes laborales. ¿Qué es mejor, trabajar tres, cuatro horas diarias? O no trabajar nada y no generar nada. Es imprescindible buscar inversión extranjera, dándole inseguridad jurídica y alicientes tributarios. En los años setenta salió una canción que se titulaba “Palabras, palabras, palabras”...

Eduardo Proaño Paredes