El impresentable y absurdo choque del cajón de un tráiler contra el puente peatonal de la autopista Narcisa de Jesús, en el norte de Guayaquil, deja varias interrogantes: ¿Para qué sirven los controles de tránsito en este país? Esta pregunta se fundamenta en que el vehículo en cuestión no había sido matriculado desde 2013, pero circulaba desde hace 4 años como ‘Pedro por su casa’ con un documento falso supuestamente emitido por la Comisión de Tránsito del Ecuador, pegado en el parabrisas.

Además tenía llantas lisas e iba a gran velocidad, pese a los famosos radares, según se pudo apreciar en el vídeo grabado por una cámara de seguridad de una urbanización cercana.

¿A quién se le ocurre desplazarse con tremendo cajón levantado por una zona poblada de la urbe?, ¿Por qué nadie se dio cuenta de todas las falencias de ese enorme vehículo?

Ahora resulta que ni la empresa a la cual supuestamente pertenece el camión da la cara para asumir las consecuencias. Felizmente no hubo muertos ni heridos en ese percance, que pudo tener terribles consecuencias. No quiero ni pensar lo que habría pasado si el impacto hubiese ocurrido con gente pasando por el puente. ¿Quién se hacía cargo de las víctimas?

Me imagino el alivio que debieron sentir los conductores que estuvieron a punto de ser aplastados por esa enorme estructura. Si no frenaban a tiempo, otro sería el tema de la columna de hoy. No creo en que fuera la primera vez que ese carro circulara por la ciudad sin ser detectado. Con tantos controles que existen, ¿qué falló?