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En el último atraco a la joyería Plaza Vendome, en el área comercial del hotel Hilton Colón, los delincuentes escondieron los fusiles en estuches de guitarrasAmelia Andrade / EXTRA

En menos de tres meses han robado en dos joyerías Plaza Vendome

Por el primer caso, en Quito, hay siete venezolanos procesados. En el segundo, en Guayaquil, expertos hablan de la actuación de una banda extranjera. 

La minuciosidad con la que se actuó en el robo a la joyería Plaza Vendome, en los predios del área comercial del hotel Hilton Colón, en Guayaquil, evidencia la participación de un grupo profesional de delincuencia organizada, que estudió no solo el local que iba a perjudicar, sino también su entorno, el sector en el que se ubica, los niveles de seguridad y la reacción de la Policía Nacional. Todo fue bien orquestado.

Nelson Yépez, analista en Seguridad, explica que en este tipo de hechos delictivos los agentes suelen dar una respuesta inmediata y, por lo general, su llegada toma alrededor de tres minutos. Eso, al parecer, sí fue previsto por los criminales, pues ejecutaron un atentado para desviar la atención de los investigadores (ver infografía) y cuando perpetraron el atraco, no se tomaron más de dos minutos en efectuar el golpe y escapar, de acuerdo a lo informado por el comandante zonal de la Policía, general Edwin Noguera, durante una rueda de prensa el domingo 19 de febrero, un día después del ilícito.

La ‘mano de obra’ y logística para el último robo provendría de bandas locales.

En la misma conferencia estuvo el jefe local de la Policía Judicial, coronel Maximiliano Maldonado, quien está al mando de las pesquisas. Ese día señaló que tenían “buenas líneas de acción investigativas”, pero que no había “todavía personas sospechosas”.

Tres días después, el miércoles 22 de febrero, se consultó acerca del avance de las indagaciones al coronel Fabari Montalvo, subcomandante zonal. Él dijo que el caso aún se encontraba “en un proceso de investigación y verificación (...)” y que las unidades de Inteligencia realizaban diferentes acciones “para dar con el paradero de los causantes de este hecho”.

Luego de sus declaraciones se solicitó más información a esta dependencia, pero hasta el cierre de esta edición no fue proporcionada.

¿Quiénes son los pillos?

La identidad de los delincuentes que participaron en el atraco es algo que los agentes aún buscaban determinar. Sin embargo, Nelson Yépez analiza que el robo habría sido planificado y coordinado por una agrupación internacional, con experiencia y una estructura consolidada para llevar a cabo este tipo de delitos.

Para él, detrás de este caso hubo “una mentalidad de gente muy preparada, muy sofisticada para hacer todo lo que hicieron”.

El experto, pese a que no se adelanta a dar una nacionalidad, sostiene que este tipo de robos, con ese nivel de organización, ya se han visto en otros países de la región. Por eso cree que en las primeras 48 horas las joyas sustraídas habrían sido sacadas del país, o por lo menos un 70 % del total.

Con esta apreciación coincide Kléber Carrión, fundador de la Unidad Antisecuestro y Extorsión (Unase). “Va a ser difícil que aquí salga a la venta (el botín). Una joya que salga de un negocio exclusivo siempre va a tener sus propias características, únicas para su identificación”.

Plaza Vendome es parte de Grupo Eljuri y es representante único en la región (excluyendo Brasil) de exclusivas marcas de relojes y perfumes.

Sociedad delictiva

Yépez argumenta que la delincuencia transnacional no comete actos ilícitos en un país sin llegar a un acuerdo previo con al menos una banda local. En este caso, la ‘mano de obra’ nacional se habría encargado de las vigilancias, de la logística y de proporcionar los sitios dónde esconder inicialmente los productos robados y a los involucrados.

Para lograr eso, los pillos ecuatorianos no suelen dejar sus zonas de confort, donde mantienen un dominio, y eso es algo que los investigadores tendrían que tomar en cuenta al momento de trazar sus hipótesis, agrega el analista. E indica que se deben revisar con sutileza las grabaciones de la galería comercial y de los alrededores, no solo del día del robo, sino incluso de semanas previas, porque en algún momento pudieron haber dejado un rastro.

Tampoco descarta que se hayan reportado situaciones de emergencia falsas, para medir los tiempos de reacción de los uniformados. “La línea investigativa tiene que ser bien minuciosa, muy detallada, para detectar dónde cometieron algún error”, precisa.

‘Camello’ hecho y pagado

Para evitar problemas con sus colaboradores nacionales, menciona el especialista, en las primeras horas posteriores al atraco se debieron haber saldado las cuentas pendientes, con pagos en efectivo, para evitar malestares y una posible delación de parte de alguno de los participantes. Yépez concluye que cada día que pase, habrá menos posibilidades de recuperar una joya o un reloj robado.

No es el primer robo

Esta es la segunda vez que un local de la joyería Plaza Vendome es asaltado por delincuentes armados. El primer caso se suscitó hace menos de tres meses, el domingo 11 de diciembre de 2022, en el centro comercial Quicentro, en el norte de Quito.

En esa ocasión, el monto sustraído fue de aproximadamente 60 mil dólares, como consta en un parte policial al que Diario EXTRA tuvo acceso. En aquel hecho delictivo participó una banda conformada por ciudadanos venezolanos, quienes ingresaron al sitio como usuarios, pero con armas de fuego en sus mochilas.

También portaban un martillo, con el que rompieron las vitrinas del negocio, para tomar joyas y relojes. Luego escaparon y al día siguiente se reportó la detención de seis sospechosos, identificados como Andreina Anzola, José Morales, Omar Corrasquel, Derwiun Rivas, Enderson Sanz y Joelvis Parra.

Pero no fueron los únicos participantes y, con el avance de las investigaciones, se logró la vinculación de un séptimo venezolano, Philip Almeida, quien está prófugo y no puede regresar a su país natal, porque ahí es requerido por ocho causas de robo, según se detalla en el expediente del caso.

Vulnerabilidades

Así como en Quito ingresaron con armas y un martillo, al igual que en Guayaquil, con la diferencia de que en la urbe porteña los ladrones usaron un combo, existe la posibilidad de que delincuentes planifiquen más delitos en centros comerciales, por las vulnerabilidades que tienen en temas de seguridad.

Nelson Yépez expone que no basta con tener un par de guardias, pues en cada caso se debe analizar las necesidad de implementar alarmas sonoras o silenciosas, que estén conectadas a una central que a su vez pueda alertar a la policía, además de sensores u otros sistemas que eviten la fácil operación de los criminales.

Y agrega que si el delito cometido en el Hilton Colón queda impune, podría ser una motivación para que otros pillos -o los mismos- repitan un atraco similar. “Cuando hay esta gente con esa infraestructura, es poco probable que tengan éxito en atraparlos (...). Es gente muy preparada”, interpreta el analista.

Se quedó sin sustento

Kléber Carrión menciona que, en este caso, el dueño del camión, quien fue secuestrado, no solo se llevó un susto por su privación temporal de libertad y por el riesgo que corrió su vida, sino que también perdió su camión, que era su herramienta para conseguir el sustento para su hogar. “Destruyen su esfuerzo, algo le costó mucho. (Estos delincuentes) son enemigos de la ciudadanía”.

El camión usado en el atentado quedó muy averiado en la parte frontal. Los moradores de la zona estaban asustados, pues dijeron que hubo un remezón.Christian Vinueza / EXTRA

Reclutamiento previo al atraco

El oficial retirado Kléber Carrión explica que este tipo de agrupaciones, antes de empezar sus labores de ‘inteligencia criminal’, hacen una selección de las personas que van a colaborar con ellos.

También sostiene que, incluso, suelen reclutar a alguien que trabaje o conozca los detalles del sitio que van a atacar. En el caso de la joyería, habrían necesitado de una persona que les confirme detalles de la seguridad, del tipo de joyas y la cantidad que el negocio tendría el día del robo, porque una acción delictiva de este tipo, con el despliegue que tuvo, se debía justificarse con el botín que iban a obtener. “Es algo que se debe investigar”, enfatiza.

Placa del auto de tiktokers asesinados

En los primeros vídeos que circularon del atentado ejecutado para desviar la atención de los investigadores, antes del atraco, se pudo observar un auto rojo, de placa GSV-8484, en el que escaparon los criminales.

Al revisar en los archivos de Diario EXTRA, se constató que la matrícula coincide con el auto en el que circulaban los hermanos Digner y Mayling Kutaitong Mendoza, de 28 y 26 años, cuando fueron asesinados en Virgen de Fátima, Yaguachi, en Guayas. Ellos eran tiktokers y oriundos de Quevedo, Los Ríos.

Sin embargo, el coronel Maximilano Maldonado descartó que fuera el mismo vehículo, pues indicó que estaba ‘plaqueado’. Es decir, que los registros reales del carro son otros, de uno que estaba reportado como robado.

Dato desconocido

En el caso de los hermanos tiktokers no se había hecho público que entre los denunciados por su muerte está Junior Alexander Roldán Paredes, alias JR, líder chonero que actualmente goza de libertad.