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Crónica roja
Desobediencia mortal: No le hizo caso a su padre y lo asesinaron
El progenitor le aconsejaba que dejara la 'mala junta', pero no lo oyó. Allegados contaron que el occiso había recibido amenazas por no querer vincularse a una banda delictiva.
José Luis Tenorio Valencia, de 32 años aproximadamente, vivía en la “desobediencia” y su resultado fue trágico. Cerca de las 23:45 del 29 de octubre, fue acribillado por tres sicarios que circulaban en una motocicleta, usando supuestamente gorras y mascarillas para ocultar su identidad. El hecho ocurrió en el sector conocido como Sihabitad, en el sur de Esmeraldas, en la vía de ingreso a la zona denominada Tiwintza.
Los gatilleros le asestaron al menos ocho disparos en distintas partes de su humanidad. Al momento del ataque, José Luis caminaba junto a un amigo, quien también fue asesinado unos metros más adelante y cuya identidad no se conoce, puesto que sus familiares no dejaron que Criminalística realice su procedimiento y se llevaron el cuerpo con rumbo desconocido.
José Tenorio, quien se identificó como padre de una de las víctimas dijo que su hijo andaba en malos pasos y era desobediente. En reiteradas ocasiones lo aconsejó y le dijo que deje de andar con ‘malas juntas’, que se arrepienta y entregue su vida a Cristo, pero no le hizo caso. Sus dos padres son cristianos, hace 24 años aproximadamente.
Paradójicamente el cuerpo de este joven fue abatido junto a una imagen del Divino Niño que se encontraba al pie de uno de los domicilios del sector.
“Tantas veces le dije que enderece su camino, que la desobediencia lo iba a conducir a la muerte y así fue. La Palabra del Señor dice que la paga del pecado es la muerte, más dádiva de Dios es vida eterna en Cristo”, declaró el padre de Tenorio, totalmente resignado por las consecuencias del accionar de su hijo.
Según el testimonio de la madre de la víctima, identificada como Lucy, su hijo ya estaba acostado y se disponía a dormir cuando recibió la llamada de una mujer. Tras eso, el joven se levantó, se arregló y salió de la casa, media hora después me comunicaron e que lo habían asesinado.
“Me mataron a mi hijo, Señor, te llevaste a mi niño”, gritaba la afligida madre junto al cuerpo de su descendencia.
Allegados a José Luis contaron que él había recibido amenazas por no querer vincularse a una banda delictiva. Su progenitora corroboró este dato y dijo que en días pasados le había comentado que le iban a atacar su casa.