El ataque con fusiles al conductor de un automotor de alta gama, ocurrido el pasado viernes 6 de diciembre, en el norte de Guayaquil, sorprendió a la ciudadanía no solo por la violencia del hecho, sino por detalles que llaman la atención sobre quién es el afectado y por qué buscaban darle ‘vire’.

El hombre, identificado como Carlos Omar Kada Asencio, en el momento del ataque se movilizaba en un Jeep Grand Wagoneer color negro, por la avenida Miguel H. Alcívar. Iba acompañado de una mujer y fueron interceptados en movimiento por los ocupantes de una camioneta, quienes les propinaron varios tiros.

Hasta el momento se conoce que “el objetivo de los implicados fue atentar contra el conductor (Kada)”, según informó el coronel Fausto Miño, jefe subrogante de la zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón). Sin embargo, la víctima sobrevivió y permanece en una casa de salud.

Aún no se ha revelado una hipótesis concreta de la razón por la que quisieron ‘quebrarlo’. Pero quizá uno de los motivos podría estar relacionado con una consecuencia de sus antecedentes penales.

De acuerdo con el sistema de la Función Judicial, Kada tiene cinco procesos judiciales anteriores por extorsión (2017), tráfico ilícito de sustancias sujetas a fiscalización (2017), abuso de confianza (dos casos en 2020) y muerte culposa (2020). Además, tuvo dos investigaciones (en 2021 y 2022) que luego fueron archivadas.

En el caso de extorsión resultó sobreseído y nació por una denuncia de un ciudadano, indicando haber recibido una llamada en la que un sujeto le informó que tenía deudas bancarias. El individuo también le dijo que si quería limpiar esos registros moratorios debían pagarle 500 ‘latas’, que presuntamente iban a ser recaudados por Kada.

En el proceso que registra por tráfico de sustancias sujetas a fiscalización, asimismo fue sobreseído. Previamente a ese dictamen se lo indagaba por su supuesta relación con un decomiso de 56 paquetes de una sustancia blanquecina y 360 envolturas cilíndricas.

Un dato curioso es que, a pesar de que en estos procesos fue sobreseído, el hombre se transportaba en un carro que estaba blindado y nada baratito. Aquella marca y modelo de automotor, de acuerdo con el portal patiotuerca.com, se cotiza en unos 167.400 dólares, pero podría alcanzar los 180.000 dólares.

El blindaje, en cambio, podría valer de $ 12.000 a más de $ 35.000, de acuerdo al tipo de materiales que lo compongan y qué tan resistentes sean a los proyectiles, refirió el experto en seguridad Abraham Correa.

El especialista indicó que el blindaje del carro baleado posiblemente sea de buena calidad, porque de no ser así, el ciudadano podría haber muerto al instante.

SOSPECHOSOS, A 'CANA'

Cerca del sitio del ataque, policías detuvieron a dos presuntos implicados: Luciano Fabricio Álava Martínez y José Daniel Guaylupo Vásconez. Ambos, al parecer, se movilizaban en la camioneta retenida, en donde se hallaron cuatro fusiles 7.62.

Los individuos serán investigados por el delito de asesinato, en grado de tentativa, y se les dictaminó prisión preventiva.

Este tipo de armamento, dijo Correa, podría tener eficacia en el tiro a una distancia de hasta 200 metros del blanco. Pero los criminales suelen disparar de cerca, “para no fallar”.