Por un bache, la vida de Víctor Paredes está a punto de desvanecerse. Y no precisamente porque tuvo un accidente de tránsito, sino que aquel hueco fue el detonante para que a este constructor lo asaltaran y lo apuñalaran.

El hombre, de 51 años, quien ahora está hospitalizado, tiene comprometido el corazón tras el ataque que recibió a manos de dos venezolanos, según su hijo Henry Paredes, en un atraco. El pariente detalló que todo ocurrió la noche del 27 de mayo cuando ambos se dirigían a su casa, ubicada en La Roldós, noroccidente de Quito.

“Estábamos en nuestro auto y circulábamos por la avenida Eloy Alfaro. Justo antes de llegar al intercambiador de Carcelén, la llanta delantera derecha cayó en un bache”, narró Henry. En ese momento, él se puso a cambiar el neumático que se había ponchado, mientras Víctor se alejó unos metros para advertir a los conductores del desperfecto y evitar algún accidente vial.

Fue ahí que los hombres se acercaron para quitarle su celular. Aparentemente, él se opuso y ahí recibió la puñalada. Los tipos huyeron y Víctor cayó moribundo. Una ambulancia lo llevó a dos hospitales públicos, pero no fue atendido debido a una aparente falta de insumos y personal, a decir de la familia.

“No tuvimos más opción que llevarlo a un hospital privado”, relató Guillermo Paredes, hermano del paciente, quien está en Cuidados Intensivos.

Y, por ahora, todo está en contra de esta familia y del afectado. Los parientes cuentan que no tienen dinero para pagar los enormes gastos en la casa de salud, pero mantenerlo ahí es la única manera que tienen de salvarle la vida.